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jueves, 22 de noviembre de 2012

Actualidad: Nuestro estado espiritual del mundo

Señaló Gerardo Bleier:

El estado espiritual del mundo, para autodescribirse, podría tomar en préstamo esta frase de Austerlitz, de Sebald, cuya lectura acometí no casualmente en estos días: “De repente se me secaban la lengua y el paladar como si llevara días en el desierto, tenía que luchar cada vez más para respirar, mi corazón comenzaba a revolotear y palpitar hasta mi garganta, me invadía un sudor frio por todo el cuerpo, incluso en el dorso de mi mano temblorosa y todo lo que miraba aparecía cubierto por un velo en negro. Creía tener que gritar y de mis labios no salía ningún sonido, quería salir a la calle y no me movía del sitio, me veía realmente, después de una concentración larga y dolorosa, reventar por dentro y esparcir partes de mi cuerpo por una comarca oscura y lejana”.

y vine a comentar:
El estado espiritual del mundo, para autodescribirse, podría tomar en préstamo esta frase de Austerlitz, de Sebald, cuya lectura acometí no casualmente en estos días: “De repente se me secaban la lengua y el paladar como si llevara días en el desierto, tenía que luchar cada vez más para respirar, mi corazón comenzaba a revolotear y palpitar hasta mi garganta, me invadía un sudor frio por todo el cuerpo, incluso en el dorso de mi mano temblorosa y todo lo que miraba aparecía cubierto por un velo en negro. Creía tener que gritar y de mis labios no salía ningún sonido, quería salir a la calle y no me movía del sitio, me veía realmente, después de una concentración larga y dolorosa, reventar por dentro y esparcir partes de mi cuerpo por una comarca oscura y lejana”.

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