había una metamorfosis.
era, creo, un pájaro andante
-no volar le era frustrante
y se murió de sobredosis-.

años después, en cada escuela
contaban su historia con pavor:
relataban que por amor
o por algún dolor de muela

se había muerto y acabado.
para algunos fue sagrado;
mas la verdad, aún que duela,

es que aún si historias tejan
de dignidades que no cejan,
fue ave indigna que no vuela