se rompió. era así de delicada la idea, así de frágil el sueño, así de intensa la ignición, así de pavorosa la provisoriedad, así de valioso cada instante ganado, así de preciosa la historia que se escribía en simetrías humeantes hacia delante y atrás a la vez. y se volvió una forma nueva de pronto, glamorosamente teñida de los ocres ajenos, endulzada inarmónicamente por poemas en una lengua que no comprendo.
el vértigo de lo que se rompe halla resuello en el valor de los trozos, de su disposición, del relajamiento de la tensión sobre las otrora grietas o arrugas apenas. era así de delicada la idea, así de frágil el sueño, así de intensa la ignición, así de pavorosa la provisoriedad, así de valioso cada instante ganado, así de preciosa la historia que se escribía en simetrías humeantes hacia delante y atrás a la vez. miro, a ver si hay derredor, si la luz está encendida, si me arreglaron mientras soñaba el paragolpes del auto. me resta una flor en el alma, y me restas tú, haciéndome por senderos insólitos.
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