AbracaAdabrá.Ediciones

domingo, 27 de noviembre de 2011

בכל לב פועמת באמת אותה תשוקה

בכל לב פועמת תשוקה לצדק, נטיה לעשות חסד, הרגשת ערבות לזולת. לפעמים, הפעימות הזוהרות כדמעות של הלב חזקות הן ומשפיעות על גוון הנשמע סביבן. פעמים אחרות, הן מדי מכוסות בקליפות הצער, שומני השיגרה והאדישות. וכשזה קורה, דחוף ללבבות טיפול מעורר רחמים, מחיה את הנשמה המעולפת אשר שכחה אהבותיה ואף יעדה בעולם. הלואי ויגאל אותנו דבקותנו בטוב, בע"ה, מכל רע



בכל לב פועמת באמת אותה תשוקה (mp3)

viernes, 25 de noviembre de 2011

תחיית המתים בשיר

ובקצה תיקרת הרקיע שלך ושלי, בזכות מי שמעז לרצות בטוב ובנעלה עד כלות הנפש, נשמע שיר מפי כל נברא עולה מרום, מזמין ליטול משל מאלו המאוהבים בנוי ובצדק ובנועם ובאמת ובאהבה ובשלום, ולגו, בפסגות היציבות כולן, אשרי חלקם.

martes, 8 de noviembre de 2011

אלא שצריך את שתי קצוות החוט לבטל את המרחק

קוסם מתנדב להמיס פערים ולהפכם לייחודי פאר, כך שנפעיל קפיצת-דרך לארץ הפלאות... עלי אדמות

¿qué onda?

y si me empeño en contarte qué y por qué y persigo tu atención y carraspeo rodeando tu huida y traigo flores y melones y cornisas y manos que se pintan y entonces me miras por fin y parece que me adviertes, y entonces callo: ¿de qué color verías mi silencio?

lunes, 7 de noviembre de 2011

לבלוע את הערפל

מששתי בחושך ומצאתי חלום מלא אור,ו... אולי את? קמה כנגדי לעצב את הזריחה כל יום. תני סימן (נעל קריסטל או סרוך של דבש): יתכן שאבלע את הערפל להביאך אל חיקי :-) 

יש מקום ביער, ובו כל הווייתנו שמחה

יש מקום ביער בו דמותך נפגשת בדמותי כל ליל ומנשקת את שפתיי בפתוח נפשי בדברי שיר. הערב יתעורר היער לעברך, ואם רק בכך תחפצי, לא ימס עוד החיבוק ויזדקפו זרועותי לשמחך לעולם :-). רק אות שלום הביאי בך, ונתגשם מתוך חלום כל הווייתנו שמחה

miércoles, 19 de octubre de 2011

cuatro responde a lo que buscas

cuatro responde a lo que buscas (mp3)

Busque un camino desde el corazon de la noche, que se vistiera de Ti para vestir mis pasos. Camino sin cesar y piso una y otra vez las mismas piedras, las mismas huellas de brazos y de truenos, renaceres y ocasos.
Busque un corazon en los caminos de la noche, que desnudase mis pasos, para revelar alguna luz sin mas necesidad de trucos y movimientos vanos.
Halle una gema de doce lados desiguales, un caleidoscopio que muda de forma lo que los ojos piensan, una pasion solitaria y una larga palma que bendecir entre mis cantos.
Halle cuatro, aspero, dulce, hecho de oboe en la mayor, ora ultravioleta o naranja, ora proveniente del ruido ora del silencio, siempre mar.

viernes, 3 de junio de 2011

poetas migrantes y el camino del medio para ser feliz - iaIr menachem

Listen!


Pasan por mi memoria sin permiso recuerdos de hace veinte años, cuando podías aún odiar a lo mediocre e igual sobrevivir. No querer estar "en el medio" entre ambos extremos, sino en la novedad de un tercer punto capaz de definir un espacio nuevo, en el que sentirnos más a gusto; negarnos al gris y con no menos fiereza tanto al blanco como al negro, y soñar un color capaz de escapar al espectro y que nos diera el honor de arder en mi corazón, harto de púrpuras y celestes y fucsias y verdes y naranjas. De ese temor intrínseco a la mediocridad se nutrían nuestras conversaciones, ya intelectuales o esmeradamente brutas, acompañando el diapasón desazonado del alma bullente de ganas, de la olla a presión que amenazaba ahogar todo en poesía virulenta de repente.

Y con los años, lees a escribidores ante los que te inlinas al notar, con sinceridad, que jamás llegarás a la estatura de sus letras. Tu idioma natural pierde riqueza: por ahí estás perdido. Tu idioma adoptivo... está en tu alma, mas para tu mente sigue siendo adoptivo. Por aquí estás perdido. ¿De cuáles extremos era que no quería estar en el medio?, te preguntas. Estás ahí, en el medio: entre aquéllos a quienes no les importa, y aquellos otros que lo logran.

¿Y si el problema ideológico fuera la definición de los extremos, que determinan el medio ese, tan temido? Entonces resultará que todos somos únicos y singulares, porque cada quien está entre sus dos extremos propios, el deseado y el temido; salvo aquéllos a quienes no les importa, y aquellos otros, que lo logran.

Hace veinte años, hablábamos de utopías: queríamos dotar al imposible de sustancia. Al extremo bueno del imposible. Creíamos que se nos daría debatirnos en duelo con el extremo imaginario del mal, y por nuestra mano, producir la victoria definitiva de lo bello. Hoy aprendí que se trata de otra cosa, mucho más esforzada y atroz. Aquéllos a quienes no les importa ya lo han logrado, y los que lo logran, lo están buscando. No es igual lo que han logrado aquéllos a lo que buscan éstos -y todos son parte de tí-; peru tú estás en el medio, en el camino siempre, entre el pasado que se va resignificando y el futuro que se resiste a sustanciarse, entre la cabeza del ratón y la cola del león, entre quien puedes y quien quieres, que van mutando de continuo para constituir tu presente. Extrañamente, hoy aprendí una lección de humildad imprescindible para estar contento, porque nadie vive las condiciones en que tú vives, y no tienes el potencial de nadie más; y a tí y a mí sólo nos toca, todo el tiempo, ser leales y estar contentos. Y cuando adobas de lealtad al contento, eres feliz, que no es condición de la meta, sino de cada paso en el camino. Me visto de gris, mezclado con blancos y negros. Y opongo al espanto mi sonrisa, cierta de al ras del suelo pisar el cielo, y como el cielo, ¿soy feliz?

martes, 31 de mayo de 2011

חזון חי כחלוף החושך - יאיר מנחם

Listen!

יום יבוא כחלוף החושך
ועוד טרם אור יזרח
ירקע התכלת בשמים
מהדרו היום יצמח.
וענן רחום אל מול עיניך
ישתה זריז את הדמעה
אשר חלום נושן בזרועותיך
הביע לכפר על שהיה.
שם אהיה להשיב לתפלתך
אם תזכירי את קולי מתוך שינה.
ואז תקיצי זה הקיץ
הזוהר בקול שירה
ואחבקך בין מילותי:
אמרי הר ואמרי ים,
אמרי כלנית ושושנה,
על כנפי מבט עיני
חזון חי של אהבה.

lunes, 30 de mayo de 2011

vindicación de la inocencia - iaIr menachem

Listen!

¿y si por inocente ríes mas por inocente caes, si por inocente cantas cuando por inocente pierdes, si la inocencia que te libera es la que también te condena, si a veces dejas de reir unos minutos para recoger llorando los despojos de esa inocencia que habrá que armar otra vez desde la carne que arde?
y si con inocencia ríes de pura convicción de bien, si la poesía te cala los huesos y te torna inmune a la fealdad que no te rozará la piel, si por amor cuidas tus oídos y tus ojos y tus manos y tus labios para que sean instrumento de verdad, y si entonces, por lo que oyes y lo que ves y lo que tocas y lo que dices la alegría de vivir te es tan natural como respirar cada tres segundos y tercio, y en tu alegría respira el alma para que por la nariz respire el cuerpo,
entonces, tu alegría compondrá nuevos cantos sin duda, para que dancen con ellos los aprendices felices, y aprendan en tu poema a ver y oir y tocar y decir con inocencia de puro amor a lo bello que es lo bueno y lo verdadero y lo único que merece tu más profundo amor.

lunes, 23 de mayo de 2011

los árboles y mi curriculum vitae - iaIr menachem

Listen!

Barullo. El elefante se te desparrama excesivo sobre la cabeza y los hombros hasta que parece que te cubre por completo: hay límite para la desproporción entre la carga y quien la lleva. Y aún así, desde abajo del elefante, puedes hacer pequeñas cosas como crear mundos, alumbrar ilusión y estar disponible para cuanto bueno advenga. La oscuridad está intranquila, y los neones cada vez más cerca despiertan una sonrisa mortificante. Entremezclados, pinos, álamos, eucaliptus y frutales se abren paso entre las luces frías. No se los ve igual desde ambos lados de la vida. Yo, que los veo en mis más felices sueños, los celebro; y camino presuroso, seguro de hallar en medio del mercado un bosque amable, en medio de la bruma una oportunidad para la luz cálida y queda que me anima. Mi ocurrencia más fantasiosa y surrealista es mi curriculum-vitae, y seguramente es por él, en guiño cómplice hacia lo Alto, que estoy seguro.

martes, 17 de mayo de 2011

hacer bello lo posible, cabalgando la tormenta hasta volverla corcel - iaIr menachem

Listen!


Andamos por la vida amargando lo posible
porque no se ve como las ilusiones que compramos.
Celosos y enojados con lo que hay
pues queremos justamente lo que no:
lo que huelga, lo que no nace, lo que ya fue.
Fabricantes de miseria, andamos por la vida inventando ilusiones
que tiendan puentes entre mas otras ilusiones
y nosotros. Militancias
que mitigan o catalizan la realidad barrosa de los castillos de cristal,
desahogos, paradigmas facilistas, estropicios graciosos,
guerras sin vencedor ni vencido,
glorias futiles y vanas que celebrar sin vivir.

Hasta que se desliza, ronroneando, hasta ti, un libro viejo
y te dice: "Hay que hacer bello lo posible. Dotarlo de verdad
cabalgando la tormenta para volverla corcel,
de dicha buena, de luces contagiosas".
Hay que levantarme cada dia y recordar
que solo tengo lo que doy,
que lo que hago es lo que soy,
que no hay como escaparse de la celda que no sea
despertar a una realidad sin celda,
sin el encierro ese que vive de mi corazon
y que mi corazon sabe disolver desde siempre y hasta siempre
en el clic de un instante que perdure sin final.

Hay que desafiar a lo probable, lo viable, lo sensato,
jugar a pleno denunciando que no hay azar en la ruleta,
exhibir oximorones en las plazas, delatar al riesgo,
hacer reir a la gente, amar los fallos y los aciertos,
tocar en clave de amor las relaciones triviales.

Y a cada paso entre la tierra, vete abriendo poco a poco
las compuertas del cielo, y como el cielo se derrama a torrentes
sobre la vida que se atreve a creerlo posible. Sobre las otras, no;
y hay que ser capaces de alegria, de hacer bello lo posible
y sensible la belleza de hacer, sentir, hablar, pensar, crecer,
para que sacien tu sed los cielos fieles
y te prodiguen del amor que sabe hacer.

sábado, 14 de mayo de 2011

quiere decir lo que la noche calla

Listen!

noche de belleza cristalina y grasienta, serena y silenciosa y que
promete tormenta. noche, como todas las noches como esta, que parpadea
sin ojos para servirse los mios. noche de placenta, de sorpresa y de
brios. noche vertiginosamente calma y lenta.
en esta noche queda, no hay licor ni bosque ni trompetas. sobre el
final de la noche, arribo a la del desierto que desnudo de oropel me
revela que cierto sera lo cierto con tal que no te metas.
suena el torrente calmo de una regadera que alienta algun frutal a que
de frutos. a lo lejos, algunos autos que no duermen. y la certeza de
que este poema quiere decir lo que la noche calla (pues, como dicho
esta, no tiene ojos).

¿tomar de la cristalina bruma un silencio, una inflexion, una devuelta
de tuerca? ¿saber si del cielo el horizonte se rompe y aparecen en el
medio mis promesas? ay que trampa la del tiempo, que no cesa;  ay del
clamor que no se dice y del amor que no besa.
ay de cielo y tierra tan solos: nos despiertan en medio de la noche,
para que nosotros despertemos el alba.

martes, 10 de mayo de 2011

que tu anhelo los soñara

Listen!





No es la meta ni el objetivo, sino el camino recorrido. No los diplomas, sino ese aprender feliz a hacer con las herramientas del alma, a hacer con lo que no hay, a recorrer los caminos que adivinas entre los yuyos a la vera del camino. Que conquistaras tus días no dependía sino de tus ganas de vivir, pero... conquistar los días que no tienes, atrapar para llenar de libertad de la más alta cada momento de gracia intersticial entre minutos modulares, cada despertar como un león de entre los grises que ni siquiera negros te regaló la noche, y cada aliento lleno de fe por saber que sólo Bien parirán tus ganas buenas: eso, poeta, es lo que se ve en la foto encandilada que luce negra tu silueta y mariposas irisadas en tu amor, que inaugura mundos que aguardaban desde siempre que tu anhelo los soñara.

lunes, 9 de mayo de 2011

si en tu corazon las montañas

Listen!



Noche de luna exagerada, con ese porte que emociona por lo inesperado en estas fechas, entre las montañas que rodean -que abrigan, que defienden- a la Jerusalem magica de las noches. Como sucede con las lechuzas, los neones y los lobos, la majestuosa mision de estas montañas no se comprende de dia.



Pensaba recien que, si has burilado en tu corazon un lenguaje de belleza, ya no podras soportar la groseria ni la indolencia ni la injusticia adrede ni el dolor infligido por vanidad, ni el culto a lo feo bajo forma alguna; y te asquearan los discursos falsos del deseo; y los reyes sin Rey te provocaran irreverencia. Si has burilado en tu corazon una semantica capaz de traducir todos los signos a sentidos buenos, entonces... entonces urge que recemos juntos, que te unas a nosotros para reir y satisfacer implorantes, y agradecer y proyectar y extasiarnos en recibir y dar para saber; para entonces si, de verdad, realizar y conquistar y referir e instaurar y reinar con la fuerza de ley bella para nacer de nuevo.



Cuando las luces duras del desierto casi estival lo pintan todo de blanco, hace falta mistica para dotar a estas montañas de sentido. Ahora, cuando la luna delicada reina sobre contrastes finos y gamas apretadas de cromatica emocion, se ve claro que donde las montañas de Tsion esta la nube esa tan abajo como arriba, y los amos de la semantica son invitados a dibujar en ella su justo parecer.

viernes, 6 de mayo de 2011

una escalera de luna delgada - iaIr menachem

Listen!


¿has visto hoy el delgado trazo de la luna? reina majestuosa desde su nuevo cielo, y se expondrá poco a poco, día a día, a la luz potente del sol. por alumbrarnos se entregará a las caricias de la luz; por alumbrarnos. en cuencos con forma de luna bebemos en nuestras noches luces blancas, por parecernos apenas, por aprender la ciencia que abre las puertas del amor. y la Verdad: ¿cómo no tentar escalones de Belleza que te lleven a vivir con ella?

jueves, 5 de mayo de 2011

un rostro que rescate de la noche la tormenta

Listen!

la unión de suelo cielo y mar

Listen!

Declaración en mi, de tú a tí

Listen!


me importa el objeto de la búsqueda, que depende de mí, y no qué halle por fin, que depende de Tí.
¿y qué, si es a Tí lo que busco? si no quiero sino Verdad, si nada hallo en este mundo sólido y capaz de por sí mismo perdurar, que no en mi vida Tú.
Claro. Vaya con las trampas del lenguaje. Dije "Tú". ¡Tú! Ven y pregunta a cuál "tú" me refiero, y responderé sin vacilar: "Todos los tú", "el único Tú", y aún "Yo" que no existo sin "tú", y tan en el otro extremo, tampoco existo sin tí.

martes, 3 de mayo de 2011

ay del tesoro sin cofre que le guarde

Listen!

VR+ Online Service: un rostro que rescate de la noche la tormenta

VR+ Online Service: un rostro que rescate de la noche la tormenta
  • צריכים את מפתח השמחה כדי לפענח את בחינת "מידה כנגד מידה" בה הכל פועל וזורם בכל פרט בחיינו. והולכים כעוורים במבוך, ורק את מפתח השמחה צריך בנוי על אהבה
  • Hay un hilo causal que lo explica todo; mas no lo alcanzan nuestras mentes, y solo nos es dado experimentarlo vividamente en momentos de intensa felicidad o desdicha
  • he aquí la flor, mi cielo: toma la flor. he aquí, mi flor, en tus pétalos el cielo: mis propios ojos han disuelto sus velos.
  • no hace falta ni siquiera la cuerda floja para cruzar el abismo: bien visto, el vacío sabe a piso אין צורך אפילו בחבל הרפוי כדי לחצות את התהום: בראיה סבירה, יש לחלל הריק אותו הטעם של הקרקע

"Nobody calls me by your name" - Doscientos Cuarenta y Ocho

No. Que nadie me llama por tu nombre. Empiezo a darme cuenta que si no me llaman por tu nombre, es que en realidad no me están llamando, porque tú estás aquí. Los canteros se extrapolaban de la noche que no venía, y mi canción no podía inundar el ambiente porque las paredes habían colapsado y el lugar era capaz siempre de tomar más y más voz, menos que más que vos que andabas tiesa por los jardines aguardando a que mi verso te liberase de las flores, y mi la música se entreperdía en los vacíos gargolares del agua plana que no cedía, y los cañitos minúsculos que tejen un dibujo inasible debajo de los rosales siguen negándome la redención del pío, la genuflexión final en que la brisa y las rosas y las aguas miles se condensan en un único elixir que al pasar por mi garganta se hará un poema capaz de decirte la verdad.
Nadie me llama por tu nombre, y eso que yo sé que estás ahí; pero las estúpidas paredes me desdicen en cada atravesar los cuéncalos de bruz, se quedan con el color por el que podrías reconocerme, disminuyen el tono de mis versos que se oyen como un grito que no te dice, y las amástulas de mi canción huyen del pentagrama rescatando los rebordes de sí que decantaba la partitura, insensible y arbitraria.
Y me dijiste que la noche llegaría y yo no tenía modo de creerte porque era día, y el tiempo de los audaces no quiere ayeres ni mañanas ni melancolía tal me había pronunciado solo, en un reir de paredes desbocadas que huían de mi voz. Capaz, capaz. Acaso el tiempo se hubiera ido solo por el mismo temblor del agua sana que crepitaba en el agujero último de la fuente que estaba llamada, pese a todo, a alimentar el rosedal. Era el verde que se me hacía dentro, abjurando de los resquicios por los que quería colarse cualquier otro color. Era el verde, que tiritaba entre mis labios húmedos porque el rosa, porque el amarillo, porque las rosas té que tanto quise sin éxito conseguir aquella vez, porque las casas en que nadie vive y los silencios que se pronuncian en ella y ensordecen el canto de las paredes color piedra.
Oy te dije que acía años que no erías mis ganas de llorar. Una ráfaga de nadas olvidadas pasaba a mi través y yo reía de sus intentos vanos de pegarme. Venía a mí, que no estaba allí. Venía a por mí, mas yo no era donde pasaba ella traspasándome fría y ardiente, ebria y tenaz, ni era donde se me quería si es que se me quería, porque la tierra sabrosa reclamaba mis letras con lascivia, el agua se descantaraba precipiciante entre helechos hechos pasta y tras la pasta un papel verde de moho rojoscuro centellante.
¿Cómo habrías de llamarte para que nos supieran? Hoy he sido un vagón de rosas antes del vagón. Aún en tierra, sin vagón, mas el vagón. Oy e ilado y ablado todos los nombres que me nombran: en un cantero fui la sangre y bordeando otro la pasión; en un llanto fui la rosa que da nombre a las rosas, y cuando devenía un silencio que había atrapado la risa de mis ganas de decir, me hice de pronto el aire en movimiento acariciante, ese aire que desteje la fibra de tus pétalos íntimos, y cosquillea desesperantemente las fragancias que antes no sabían de quién ser.
  • עולם בו נעלם הלב כאילו לאין תכלית. והוא, רוכב על השכל הישר, תיקונו באהבה הוא התכלית
  • cantan truenos los cielos, trinamos las aves, tremula la noche incauta: trozos de historia se trenzan en aparente desorden, tratando de parir en ti la historia nueva
  • En medio de tanto frenesí: ¿viste el ruiseñor que cantaba, ayer tarde, sobre una rama de aquel árbol al fondo?
  • Título de la nota que no se dejó escribir: "Semejante soledad no admite compañía" (¿qué y con qué hay que disolver primero?)
  • זר פרחים ביד אחת, מקל קסמים בשניה. או אולי להפך.
    לב מבין מה שנפעם במוח; רגליים דורכות אל מול חזון.
    מעשה ידי אומן העולם שבעיני,
    ובשפתיי הקול אשר אוזניי דוברות.

las letras que cifran nuestros días (III)

Saltaba del tres al cuatro como quien se desliza por debajo de su propia sombra, para ser otro nuevo sin dejar de ser él. Sabía que en el tres se reafirmaría lo suficiente como para reproducirse en el cuatro. Así, la tercera letra, guimel, con su forma de gamál (el camello) bien afirmado sobre sus patas, le daría la confianza para ser dálet, la puerta (délet) que hay que cruzar para vencer al tiempo, y que se basta con un sólo pie de iód para sostener el majestuoso techo de la vav horizontal.

Había que sumar 5 para llegar del tres al cuatro, a juzgar por las formas de las letras, que eran las que él adoptaría para el tránsito mágico. Desde la unidad única y filosa del uno que es la finalidad del amor y campea sobre el reino de las letras y las cifras, al dos que alude a los dientes de que se sirve para complacer y para mantener al cuerpo vivo, y la casa, la letra bet, construida -que lo sabía ya por fin- de a 2 (se lo dijo un día el nombre de la letra bet, que es la palabra "báit" = casa, que vale lo mismo que "beshnáim"; ésto es: "con dos", y no con menos ni con más se construirá una casa). Estaba apurado por llegar. Todo detenerse, toda demora, era como una cancelación del propio tiempo, una anulación inútil, desde que sabía de dónde venía y hacia dónde le llevarían sus pasos, inexorablemente.

En el cuatro incursionó espacio y tiempo; preparado por fin para las guerras de la vida, en el cinco de los dedos de la héi construida con una dálet y una iod que se hacen "iád", mano a derecha e izquierda -arriba y abajo- de la vav en el Nombre sagrado impronunciable, tomó el "jimúsh" = armamento del "jamésh" = cinco, y se paró erguido, listo para la guerra de este mundo, que culminaría con el "sasón", la alegría plena que parió el entendimiento en "shesh" que es seis, y es la vav del cuerpo entero, la vav que le enmendaría del cuello al sexo con luz nueva, tornándole apto para reinar.

Y entonces, llegó shabát, la oportunidad de la saciedad, el juramento fatalmente maravilloso de la enmienda completa. El principio activo de la realidad, justo en el momento en que él fulgía de alegría; la letra zain enhiesta, con la evocación por herramienta de futuro. En estado de reposo, advirtió que acababa de crear un mundo.

http://eduplanet.net/mod/forum/discuss.php?d=4947

Las letras que cifran nuestros días (II)

Néstor y Paul son físicos, científicos serios y probos, y se hallan perplejos. Ante ellos el laboratorio, conmocionado por la interrogante que devasta certezas. Las papeleras rebosan borradores desechados, que se encarnan insolentes -indolentes- sobre mesas y piso, sobre el instrumental al que la inclemencia palmaria del 137 convirtió en obsoleto.

Ciento treinta y siete. Han inundado las paredes con distintas grafías del número pavoroso. Sus teorías carecen de toda herramienta para descubrirlo, para enunciarlo, para comprobarlo; y no obstante está allí: el inverso de 137,035999710..., la constante de la estructura fina del universo que determina el comportamiento de cuanto Es frente a nuestros sentidos. Avraham, que ignora las angustias de Paul y Néstor, eleva su plegaria.

El sabe que el mundo fue creado por el nombre E-lohím, que significa "ba'al hakojót"; ésto es: dueño de todas las fuerzas. Y como es arriba es abajo, por lo que el valor numérico de "ba'al hakojót" equivale al valor numérico de la palabra "Israel". En los mundos bajos, es Israel el administrador de las fuerzas vivificantes con que el Creador renueva de continuo la acción de Bereshít.

Néstor y Paul ven desmoronarse su certidumbre científica. Saben, ahora sí, que hay constantes del cosmos, ejes fundamentales de la existencia, a los que su ciencia no tiene acceso. No saben que el nombre E-lohím es utilizado a veces para denominar a los ángeles, a los ministros que representan en el Firmamento la voluntad de los pueblos de la Tierra. Por ello, no saben de la expresión "E-lohéi haE-lohím", "Dios de todos los dioses", o más propiamente, "amo de todo poder".... no saben que 137 es el valor de "E-lohéi haE-lohím", que rige a la naturaleza en la Creación toda, a partir de las reglas esenciales explicadas en la Kabaláh.... cuyo nombre hebreo vale 137 también.

Todos parecen saber lo mismo. A unos los angustiará hasta que se quiebre la soberbia que hace aparecer como omnipotente su ciencia. Al otro, le elevará a un éxtasis maravilloso.

http://eduplanet.net/mod/forum/discuss.php?d=4939

Las letras que cifran nuestros días (I)

En esa casa, vivía un niño delgado que no paraba de comer. Comía mucho más que lo que suelen los niños de su edad, y aún así, no engordaba, no crecía demasiado, y tampoco envejecía. Sus padres, consternados, fueron donde su Maestro en busca de explicación y consejo.

El Maestro ordenó revisar las mezuzót, esos trozos de cuero curtido que colocamos en los marcos de nuestras puertas: sabemos que lo ahí escrito nos escribe; lo que ahí se dice, es por nosotros que se dice.

Un pasaje de la mezuzáh indica (Devarím -Deuteronomio- 11:15): "Y Daré pastura en tu campo para tus animales, y comerás, y te saciarás". Como era obvio, en la mezuzáh que se hallaba a la puerta del dormitorio del niño, la palabra "vesabá'ta" -"y te saciarás"- estaba borrada; no restaba sino un comer angustiosamente interminable. Faltaba la saciedad. Reescríbela, y reescribirás su destino.

retrospectiva de unas alas atascadas

había una metamorfosis.
era, creo, un pájaro andante
-no volar le era frustrante
y se murió de sobredosis-.

años después, en cada escuela
contaban su historia con pavor:
relataban que por amor
o por algún dolor de muela

se había muerto y acabado.
para algunos fue sagrado;
mas la verdad, aún que duela,

es que aún si historias tejan
de dignidades que no cejan,
fue ave indigna que no vuela

El instante previo a la Resurrección

Una melodía pena en el fondo
del surco, en que yace inanimado
el deseo que dejara olvidado:

Por rutina implacable que no quiso
y angustia del pecado llano y liso,
aquél, aún no ha sido liberado.

La melodía, viva y sin vitrola
que la ice, ni radio que acompañe
el amor y dolor de ser tan sola:

Sin ni piso en que apoyar supuestos pies,
no hay qué ni quién que a su pesar empañe
la felicidad cantada que no es.

Atorado por cuanto debía ser
él se va, y se fue, entre la bruma.
La dejó en el surco, -y era suya,

Como tu melodía hermano es tuya-:
Melodía que llora mar y espuma
de aquel pobre hombre que olvidó crecer.


נגישות השושנים אל היכל המלך .

כל יום, משרתכם אחיכם הקטן מגיע לארמון המלך חמוש זרת שושנים.
כל יום, טרם אכנס לדרך, דופק בשער בית המלך חנוני בלבוש מכובד אשר מציע סחורתו לשומרי בית-המלכות: פרחים כל-מני מקושטים חוטי זהב בעטיפות עדינות, אשר יוצבו על שולחן המלכים לדבריו וימשכו מהם ברכה. כל יום יוצא אותו החנוני יגע כעבור שניות אחדות של ויכוח עגול אדום עם שומרי שער המלכות, המסרבים אף לשמעו. רואים אותו אנשי השכונה המלווים ומשרתים למלך, ורואים אותו נשותיהן של שרים ומשנים וסופרים ואנשי חיל, ובראות דמותו הנכבדת מתגלה מגינת הארמון הזעיר, חושבים אותו למוצא חן במלכות ומתחרים ומכריזים בסחורתו עד תומה.
לא כן אצל משרתכם, אחיכם הקטן, המגיע רק אז לבית המלכות וחמוש זרת  שושנים עולה מדרגה על מדרגה אל מול השער הזוהר. בשירה וטוב לבב מציג, כנף בכנף, את טיב התענוג הנזדמן מתוך מתנת ידו. נועם הדברים מושך אלי את השומרים העומדים מולי בעוד מביטים עלי בחמדה, ויש מתוכם שישים יד על התרצה לחטוף פרחי, להובילם אל-פני המלך.
האיש השלשי מגיע כל-רגע במשך הבוקר, סוחב עגלה איתה נכנס לצד האחורי אל שער המשביר שלארמון. עם המשרתים הממונים הוא נושא ונותן: עם היחידים שייענשו אם ליום אחד לא יתיצבו זרי פרחים טריים בכבוד המלך. נושא ונוטל והולך בשקט וצנעה לנוח לנפשו טרם יחזור מחר, כמו כולנו, אל הגינה אשר מצד מזרח של הארמון, בה הגננים קוטפים מדי יום את הורדים ומוסרים אותם לפי דרכנו בחינם.
אחד עשיר ואחד רש, ואחד אשר יגיע פרי ידו להיכלות לפני הצהריים, ויצוה המלך לממנו כי לעולם חסדו ויקירים לו אוהביו.

The One of Us (Jerusalem, 2003) .

Just mere noisy angles
and the rest was silent.
It was to try the feet upon new eagles,
the head of Humpty-Dumpty this time below the wall,
and you my darling so far so clear so bright:
It's me, downhide this case,
this board of keys, the silly skill
of talking birdie words
rocking myne, my world
of lives unlived in mind.
-
You"ll ask for truth, I know,
and let me take a chance:
outside, mere noisy angles,
and no rest of me throughout the noise.
Instead of that old fashion
to feel alive arrasing skies,
here I am but it's not me,
here I pray but I'm the pray,
and neither self nor even pray
is meant to be what I have been.
-
If you feel somewhere my shadow
that close to your smell
like touching you as well,
remember that: I have no shadow;
I'm fed of light of night and day
to heave it, to heave myself:
Just hung you hardly on my wings
the way life choosen you, my darling
and choosen me indeed
to be born, bird, eternal song,
minimal beauty of the wrong
that becomes truth as heaves the way.
-
If you feel somehow my shadow
touching you in light and scream,
just know it's not a dream:
It's me, my soul, sacred you, honey
my half of me; let's mean:myself.

diálogo ciego y un grito .


—Hay una sombra allí fuera. (en un grito:) ¿Quién anda allí?
—Me llamo Celeste; estoy desvelada. ¿Quién eres?
—Yo vivo del otro lado de la ventana que tienes a tu espalda, según parece. Estoy velado por los vidrios biselados y el deseo, y la noche me hace triste.
—Yo soy la noche triste; la incertidumbre de la fruta madura.
—Yo, el vértigo que te acongoja.
—Yo soy el tiempo de cambio.
—Yo, el tiempo que cambia y hace que me busques en la noche desierta.
—Dame una pista. Es plena madrugada, la calle está llena de vacío. Yo no te desperté, y sin embargo me buscas desde detrás de la oscuridad de tu ventana.
—Quizá siempre te he buscado, y aún así, no me atrevo a salir por tí.
—Eso te quita interés. Déjalo entonces.
—Por favor no te vayas. No te temo. Quiero invitarte.
—¿A qué?
—A partir. Dejemos este tiempo.
—¿Cómo sería posible dejar este tiempo?
—Cambiando de cielo; de temperamento. Cambiando de idioma. ¿Hacia dónde miras?
—Miro el cantero: hay un gato negro con manchas grises y blancas trepándose a la mata desordenada esa que tienes en el patio.
—¿Quieres mi jardín?
—Es una bonita oferta. Pero está dejando de ser tuyo.
—Estoy dejando de ser yo; mis formas cambian con cada palabra que dices, con cada palabra que callo. No es ese mi jardín, de todos modos.
—¿Qué podrías ofrecerme?
—Lo que todos: las ganas que me despiertes, los versos que me inspires; de mi pasión los colores que percibas, de mi verdad lo que me anime. De mis memorias, todos los capítulos a los que puedas dar sentido.
—Hablas difícil, eso no ayuda. ¿No quieres verme?
—Desfallezco por verte, mas no es tiempo aún. ¿Cómo podría verte cuando tengo los ojos cerrados? ¿Cómo atender a lo que dices cuando estoy de piernas abiertas sobre el abismo de dos idiomas en que se viven mis vidas?
—Se ve hermosa tu voz. ¿Puedo abrir más esta ventana para escucharte?
—De este lado hay un concierto de rosas que crepitan en la pólvora aceitosa de unos sueños que no querrás liberar, que no podría permitir que te golpeen. Yo mismo no debiera estar aquí.
—¡Sal, entonces!
—Este mundo vive de mi sangre, toma aliento de las letras que no escribo y me retiene atado a esta matriz de sueños, a este laboratorio del que nacen las ideas que ves revoloteando en ese patio, los amores que acaso te han traído hasta aquí. ¿Podría salir? ¿Cómo saber que estoy despierto?
—Estira tu mano por la ventana y búscame.
—¿Estarás allí?
—Búscame, tú. Exige que esté. Rómpete los párpados contra la nube, contra la costra de tu sueño, y pide la mano mía, una mano cualquiera, sólo atrévete a pedir. Y aunque no entiendo lo que dices, estoy segura que esa pólvora de tus ungüentos se evaporará en el aire con que sólo seas capaz de rogar la verdad de otra piel.
—Ay, creerte, maga. Dime si es aún la noche febril, o si acaso ha llegado el tiempo en que el lucero dará la señal a todos los pájaros de la ciudad para que velen mi sueño.
—Es tiempo en que la noche de los hebreos y los mayas se detiene y retrocede dulcemente. Tiempo en que las fiebres retroceden y la poesía se vuelve luminosa. ¿No lo has leído? ¿No te has enterado?
—No me llegan las noticias sino el aire flatulento que se descarga en grises furibundos que
—¡No! (en un sollozo:) ¡No te mientas! ¡No quieres saber las noticias, y como las sabes, las niegas!
—Ya me ha traicionado mi propia ventana. Las visiones del mundo me sitian a cada oportunidad; envían al teléfono, a la radio, a los trinos mañaneros que me adormecen, te envían ahora a tí, confabulado todo para sacarme afuera. Hace mucho, un brazo rojo morado alzó el sable gigantesco que empuñaba sobre mí, y me preguntó: "¿quieres el silencio?". No supe que me hubiera matado ni aún cuando rengueaba más tarde hasta cada una de mis partes, por rehacerme en medio del maldito bullicio ese que había aumentado hasta mucho más de lo soportable. Mintiéndome silencio, me hizo hipersensible a todo, esa fuerza.
—(con voz emocionada:) Y entonces no hay esas rosas y tampoco esa pólvora, nada hay de lo que no pueda redimirte tu capacidad de comprenderlo. Podrías entender frescor de rocío lo que sientes flatulencias, que descienden con el aire que atardece sin crepúsculo frente a tus ojos cerrados. Podrías entenderme torrente y no dique, podrías verte alegría y no sujeto de tristeza. ¿No hablabas de cambiar de idioma? ¿Por qué no hablas diferente?
—Nos enseñaron a creer que aprendemos a hablar cuando somos pequeños, mas lleva la vida entera aprender a decirse. Las letras que se escapan de mi boca se amontonan aquí por todos lados, se retuercen de desengaño y alegría; ora se yerguen orgullosas, ora se desmoronan buscando la muerte imposible, el olvido; me contaminan la piel reproduciéndose cual pilas de moscas que zumban quietas a través de estas paredes que ya habrán cambiado de color.
—¡Abre los ojos! (llorando, en un grito:) ¡Alza la voz, y culminará la pesadilla!
—Había un tipo que siempre callaba. Sus letras se lo comieron vivo. Pero las fiebres de nuevo me acometen de sólo pensar en este verbo liberado, surcando los canteros que ves ahora inocentes, los gatos que todo lo comprenden, la noche que crees quieta, mas..... ¡cuánto conozco yo a esa noche!, ¡cuánto sé yo que miente porque deseas!
—Olvídate, mira, deja que baje el hervor, y regálame entonces tu mejor grito. No te dejes engañar por las palabras que parecen decirte que lo pido; y no temas asustarme. La noche está virgen hoy, vestida del blanco de la luna que crece. Te vestirá en la misma medida en que visto está que me desnuda.
—¿Sabrás atreverte? ¿Sabes qué sucederá si huelgan por fin mis cuidados, y de ojos abiertos me hago al grito, me sublevo a las musas silenciosas, me atrevo a hacer que estalle la ventana que yo sé, igual que tú, que no está ahí, que sólo nos separa mas no está?
—Había una vez un hombre que no cedía a la fascinación. Ya de un lado de ésta, ya del otro, se estancaban sus palabras perplejas y reía y lloraba; le ganaban el miedo u la euforia; da igual.
—Estaba suspendido en el tiempo; no vivía.
—Abre tus ojos y grita.
—¿Qué ves?
—Veo mucho que no se llama en modo alguno; veo a la noche que no desvela los colores pudorosos, que aguardan ser llamados por esos nombres que ocultan tus párpados caídos. Veo un mundo de ausencias que exigen un poema que haga escapar el miedo. Veo un manto que
—Conozco el manto ese. Siempre ha estado allí.
—Estoy segura que no.
—Esas son las palabras mágicas. ¿Estás segura?
—Desaparecerá de mi vista cuando tus ojos se abran.
—Está abierta la puerta. Saldré y te descubrirás dentro.
—Nunca conoceré ese mundo, ya lo sé.
—¡Cuánto sonrío por fin, amor mío!

כי לא בשמים היא .

כמו היונה של נח, שטרחה לעוף מעבר לכל כוחותיה
רק כדי למצוא מנוח לכף רגלה, וחזרה הביתה לתבה
כשהנסיון שצברה סיגלה אותה למצוא מנוחה בבית, כך אתה:
כי לא בשמים היא, ולא מעבר לים, ולא בתרבות אחרת
ולא הרחק בקצה הארץ ולא בדמיון, כי אם על ידך. צא ולמד,
הבן וראה, ושמח והודה, ומצא ותמצא את הטוב בידך

que por ellas habría de volar .


enfermos de fugacidad, nadie se da cuenta que caemos.
y sólo resta un corazón a decir lo que callaste,
a hacer justicia por quien fuiste.
hay para cada quien un día en que nacer de nuevo
(como los ciclos del cosmos todo
en que estrellas, la semilla y el clamor se regeneran).
a veces, huelgan las fuerzas, y entonces,
la contrariedad se hace poema. ves en los rostros viejos
semblantes nuevos aquéllos que olvidaste,
que acaso nunca fueron y recuerdas,
que quizá los evocaste y hoy nacieron.

a veces, el vacío hace sombra que soñaste
para los cuerpos capaces de tu luz.
y entonces, apagada, tu alma fulge de repente:
quema ropas y verdor y extravíos,
traspasa trinos y aromas poco bellos
con certeza brutal hacia tu invierno.

roba las caras y más caras de tu historia;
no se amedrenta por mezquindad alguna.
bajo el santo está el perverso y el que se sabe santo,
bajo la cima fatal está el tormento.
y en la cima rubicunda del encuentro está el amor
que profiesas a sabiendas por el viento.

y de las cumbres que dijiste
resta una vida ignorada por el aire, por el mar,
por las alturas y los valles que te saben
ciego de teorías que dicen respirar por tí.

entonces toca el grito, en medio de la noche,
silente y estridente por los mohos que nací.
entonces toca el grito impune y doloroso
por los días que perdiste y me perdí.

y tras el grito esa risa en que te veo
supliendo cuanto fue porque no fui.
y de la noche amorosa nace un día
que de lunas y poemas, que de espumas,
responderá a las preguntas que olvidé preguntar,
será de amores que olvidé soñar;
conjugará las pasiones que creí
en tiempo de vidas que no supe dar,
y será de palabras nuevas que escribí
cuando no sabía que por ellas

habría de volar.

discurso providencial .

 Yo soy Cien (toma cien, amor), y para nombrarte me visto de las rosas que me nombran. Hallarás los pétalos de mi voz hechos letra de trazo rubio, letra de trazo cristalino, letras de retazos de flores roncas y entre ellas el dibujo de glorietas, de senderos trazados por el discurso de todas las flores que son la Flor, desenroscando la alfombra del tiempo con los pies delante tuyo: cuando mueves el primer pie con que vas a dar un paso, hay bajo él un abismo, que merced a tu propio movimiento se cubre de la alfombra de rosa dicha y hecha, hecha porque dicha por tu voz.
Vas a hallar letras con los ojos del rostro y letras con los ojos de la mente y más letras ígneas con los ojos del alma si te atreves a seguirme. Vas a beber fuego y a redimirte de la duda en los manantiales de la rosa cuyo corazón se corona en la manzana que lleva por joya y trofeo la nuez con antenas que dibujan una corona nueva; y todo eso en el centro de la cebolla que creías poblado de vacío (un caso cualquiera de la norma del abismo).
Porque traen consigo un mapa las golondrinas, y otro diverso del suyo las ballenas, y un mapa salmónico es propiedad de los salmones, y toda hormiga superpone el mapa que le legó su maestro a cualquier terreno en que establezca hogar. El abismo debajo de los pies se redime en el relapso del sentido. La pregunta siempre es cómo te llamas, cómo habrás de llamarte un paso después, un verso acto de amor una recreación y la licuefacción del espejo después de reconocerte en las palabras de la rosa, en las palabras que se caminan a sí mismas desenroscándose bajo tus pies, para decirte, para nombrarte, para decirte haciéndote decir tu nombre y así, como lo digas, así será.

como los árboles sabios .

Por alguna razón, la estrechez proviene del instinto, y la amplitud es privilegio del silencio. La longitud es de la mirada atenta. El ancho, de los ojos cerrados.
Porque a diferencia de las construcciones que los hombres hacen, que crecen ladrillo a ladrillo, módulo a módulo, forma sobre forma, las construcciones humanas, las conformadas por los hombres y los lazos que les unen, se dibujan a modo de cebolla, de hojaldre infinito que se engrosa vuelta a vuelta de reloj y calendario y experiencia.
Sabios, año tras año acunan y maceran y germinan los árboles en el seno de sus troncos anillos nuevos, corazones vigorosos albergados por lo que, hasta ayer apenas, hacía la vez de corazón. Un año creces a resguardo de todo, y al año siguiente te endureces para proteger al que vendrá, y le cedes el resguardo húmedo de la proximidad al corazón, mientras los anillos adultos le rodean, desafiando con nueva fuerza cuanto ayer o mañana les proponga padecer.
Las construcciones humanas, como los árboles sabios, hacen de cada parto -de cada anillo- un nuevo corazón. El más viejo les dio nombre; el segundo, piel; el tercero, el cuarto, el quinto: unas ramas, unas manos, una boca que habla, una flor. Se hacen años y peripecias de palabra, de inviernos y veranos, de fruta sabrosa, de solidaridad y de follaje y de pasión, y a cada vuelta un nuevo corazón dentro de otro, un corazón más íntimo y mejor protegido y más rico y más fuerte; y a cada vuelta y cada año y cada experiencia nueva, lo que antes era sustancial se va arrimando a la superficie para proteger y alentar una experiencia inédita de cada vez mayor vitalidad.
Los vínculos humanos son así: como los árboles sabios. Es poco usual hallar, en los troncos de los árboles, menos o más anillos que uno por cada año de su edad: para que ello ocurra, se requieren singularidades climáticas extremas. En los vínculos humanos, la inteligencia, la dimensión del alma, gana al paso del tiempo en la determinación del crecimiento.
Cada experiencia, cada entendimiento compartido, cada lágrima y cada sonrisa, cada acto solidario y cada abrazo, cada tropiezo, cada beso y cada paso, paren anillos corazones nuevos que sustentan eso, eso que digo tronco, eso que puede parecer que duerme como el camaleón marrón hasta que es día, eso que calla cuando no canta ni grita, que no toca sino abraza, que si abre los ojos abrasa; que se sabe siempre cierto y aún dormido, despierto.
Así, los árboles sabios, y en los hombres el amor.

cuando atravieses la pared

Suplicaste que no más pozos, que un milagro y vino el rayo: Ya te encuentras frente al tallo de jugos óminos, sabrosos, blancos de tan verde que da sed. Detrás del tallo, una pared. A tu espalda, el mundo viejo. Pasando el muro bermejo sabrás de luz y del palacio, de los templos ultravioletas y de verdades sin más grietas. El tallo dice: "Yo te sacio". - ¿No más camino, no más sed? Deja a la ilusión de lado. Serás libre y serás sagrado cuando atravieses la pared.

Las excusas de mis cantos

Hay un paisaje imprescindible que tropezar te enseña a ver. Un ángulo de todas las cosas, desde el cual se ven todas distinto -todas igual-. Vas caminando distraído por las calles tortuosas de mi ciudad y ves desde arriba las baldosas; y de pronto tropiezas vagamente, apenas como para suspenderte una fracción de segundo en ese punto del paso en que el primer pie ya se apoyó casi en el piso y el otro va ascendiendo con intención de posarse delante de aquél; y entonces miras hacia abajo, y es acaso tu sorpresa, la precariedad del equilibrio, la constatación de tu falta de precaución; quizá son todos juntos estos factores que mudan el tinte de tu realidad, y hacen operar la maravilla: ves un ángulo de las baldosas que nunca sin este tropiezo; ingresas de pronto a un universo nuevo, oculto por el hábito de la verticalidad, y todo sabe distinto. Olvida ahora el ejemplo. Pon por caso que la vida entera es el piso que se tiende a tus pies, y la caminas en un lenguaje, una razón, una sintonía que, por fuerza de su recurrencia en cada uno de tus días, te sabe inseparable de tí. A esa alfombra, tú la llamas marrón. También yo la llamo marrón, porque así lo hemos convenido. Mas debes saberlo: yo la veo distinto, siempre distinto. Convenimos el nombre de su color, mas nunca podré transmitirte el color-en-sí con que este tapete se presenta a mis ojos. En la relación con la alfombra advertirás la diferencia: para mí, cada centímetro de ella y cada instante me es precioso; tú, en cambio, la caminas con displiscencia, casi nunca con atención, siempre pendiente de otras cosas, de novedades en las pantallas que a la altura de los ojos nos rodean (de las que yo sólo sé porque te veo). Y en un instante cualquiera -en estas palabras te bendigo-, se te suspende el paso, quedas como colgado del aire; ves todo desde otro lado y te acercas a ver lo que yo veo. Sé que te alarmas: ¡¿cómo has podido caminar sobre esta alfombra con los zapatos embarrados?! ¿Cómo has dejado que un sólo paso sobre tanta belleza finamente dibujada se te pasara inadvertido? Ufff.... ¿quién pudiera volver a ver el dibujo completo?, y te das cuenta que llegas en la mitad de la película, no sabes qué pasión anima a sus oscuros personajes, no entiendes por qué pelean, por qué corren, por qué ríen. ¿Que cómo lo sé? Es que siempre es así: nadie ha visto nunca el dibujo completo; no basta para ello nuestra pobre visión, y menos aún el tiempo ese en que quedas suspendido en el aire y la vida se ve eterna. Pero ese instante te da una nueva clave, una nueva pista para ver las formas de todo mucho más bellas. Ese instante tiene la fuerza que necesitas para mudar por fin la realidad, con que sólo te atrevas a pedirlo. Imagina, por fin, que cada baldosa cobra sentido: cada una, en su trazado peculiar, tiene algo que decirte, un secreto que develar para tu amor, un misterio descosido que podría llenarte los bolsillos, una paradoja que echará a volar la risa esa que aguantas en el pecho cansado. De pronto, el dibujo fractal de la vida de perfil cancela para tí todos los planos conocidos, y una colección de imposibles invade todas tus certezas desde las caras que para tí dibuja la sonrisa del cemento, de la lana, del anís, de la profundidad de la piedra reseca que mana agua inexplicable y fresca rasando la sed vieja de tu boca. Ahora ya sabes mi secreto. Si no sucede que tropiezas, hazte el favor de un salto cortito, espontáneo, como al descuido; no te prepares: apenas, así, a mitad del camino cotidiano, en cualquier parte, rompe el equilibrio de tu paso, hazle trampa a la simetría, y pon algo más de fuerza en uno de tus pies como para que haga de resorte; mejor aún si el salto te sale un poco torcido. Durante el pedacito de instante que dure el accidente, mira para todos lados y verás lo que te digo. Y allí estamos: somos pocos y nunca nos hemos visto. Sólo se llega tropezando, y más dulce aún en la esperanza del salto. Mira: es marrón. No; tiene el color de una diadema. Pero es azul bramante y oro cielo. Déjalo ya: son todos los colores sin convenir ya nada, porque nacen de tí y los llevas dentro.

DANZA CREPUSCULAR SOBRE LA LLUVIA .

 Las trampas finales en cualquier punto del camino
Sólo la polaridad y la pasión se extienden entre la inercia y la vida misma
DANZA CREPUSCULAR SOBRE LA LLUVIA

Si bien él nunca había pensado en primera persona en la muerte, si bien nunca se había regalado más ilusión de gracia que lapsos de vida terrena más o menos mullidos y sin peligro por la espalda; si bien no era inmanejable la variedad de tópicos que pudieran estar en situación de dañarlo de veras y no cualquier daga, cualquier filo, entraría con facilidad en la carne, en la entraña misma de sus ideas; si mal veía los derroteros grises que se abrían ante él y optaba siempre por enramadas salvajes, por senderos de mosto apisonado y silencio apabullado por el eco de las guerras; si no desdeñaba el desafío de las nubes bajas al pie de la escalera, de los cóndores y los racimos de belleza primitiva que la noche fugazmente sensual le obsequiaba a escondidas, y la perenne exquisitez del dolor remanido, esculpido entre las fauces mismas de la vida;
si bien la penumbra de un adiós, de otro adiós, era violentada por espejos relucientes, que reflejaban el recuerdo de la luz -de cada luz-; si bien el fango del camino se resquebrajaba entre los pliegues de su uniforme seco -siempre seco- y las barbas del tiempo se mecían cual la suerte y el entusiasmo del espíritu a la vista de demasiadas impúdicas miradas; si no obstante, las memorias que guardaba de él la tierra se traducían en una estática proyectada siempre en la afasia de los abismos, en la mirada fija y perdida, atrapada por las siluetas fantasmales de ideas fulgentes pero sin resolución; aún si el tiempo obraba en su contra -y lo sabía- e incluso, contra los desmentidos obsesivos de la experiencia, devenía hacia abajo, hacia atrás; aún si la vida se resistía de modo innumerable al amarillo de sus sueños;
cuando uno y más otro repique de fruta despedazada contra la intemperie estéril le llenaban de tristeza, y una selva de color inalcanzable poblaba los temblores de sus noches claras; cuando la peripecia del camino se hacía irreconocible como el camino mismo en medio de tanto humo, de tanto zumbido inútil de fragancia engañosa; cuando sus lágrimas dejaban surcos en la única faz de su memoria, y rengueando cobijaba para siempre algunas risas perdidas, fantasías póstumamente ficcionables, una monstruosa experiencia licuada y algunos puñados de arena feroz; cuando la espuma de las olas sabía de pronto a falta de un maldito almohadón en que apoyar la cabeza por un -ay no, un- casi siempre suplicante, por siquiera el término fatal de la congoja, del recuerdo de alguna lucidez dejada a los perros para salvar el pellejo, y las llagas de su vida ardían ya entre los brazos cínicamente mimosos de una resignación rabiosa; cuando su música se hacía humo -o al menos eso decía la mayoría mientras algún él aún, alguna ella, danzagonizaba al son del deseo irrevocable como la vida misma- y el crepúsculo era señalado en vertical por un calendario de tormentas inauditas; cuando las hojas que creía perennes eran la trampa del pantano que evocaba la incertidumbre del piso peligrosamente tibio y de pronto también la lava y las espumas hirvientes y la seda de los paisajes añorados y la melodía absurda de risas y llantos que avanzaban como un susuro torturante relatando ayeres posibles y futuros improbables, y las puertas amarillas y violetas, y un azúcar calmo y el gusto salobre de la miel se batían a carcajadas y jurando eternidades con sus ofertas trascendentes a la vida, a su vida;
entonces suspiraba trémulo, musitaba algún amor, entreleía con tristeza los planos que una vez más habría que descartar -archivar en la celda prohibida y por tanto sagrada, de la que las memorias no salen sino por el anzuelo del ritual revelador-; se rebelaba e intentaba permear en lo que parecía real pero sin ganas, y se revelaba después -¡qué cara ponían cuando de repente lo veían allí, y había estado viéndoles y escuchándoles con pasmo infinito todo el tiempo!- redactando las letras prohibidas en el centro del lago de la bestia, en el meollo mismo del volcán antropomorfo, de la montaña barbuda, y las aprolijaba idioma por idioma, mirada por mirada, y las clasificaba por el interés que le ofrecían y agonizaba por ratos largos de desilusión y fiereza filosa por cónica pero tibia como la leche blanda que el tiempo mama, y estira el telón de la desgracia en cada puesta en escena -más remozada, más sofisticada, más esforzada, más invocante a los cielos y a las leyes cósmicas y a las causas necesarias cada vez- de la obra, de la pasión llameante y desconsiderada que no le soltaba, que le mantenía en el limbo fragante en que el tiempo se disloca, en que es lo que pasa y las cáscaras implotan huecas cuando las cascas en busca de sustancia; y la tinieba y el negro destello de lustre en los fósiles de pasiones que le precedieron sin suerte, y mucho fucsia en los neones de los que desistieron y triunfaron pero no fueron; y veía no obstante con los ojos cerrados que nada habría valido mañana si hoy se resignara, si hoy cediera a la tentación de la indolencia, si descargara la pasión volátil por los aires y se sintiese liviano por un instante que pesaría luego enormemente para siempre y continuaría engordando, parasitando la esperanza, la memoria, el espíritu, fagocitando ideas, defecando miradas torcidas y cinismo en las más húmedas concavidades de su alma, de sus amores, de sus innúmeros tesoros escondidos, de su capacidad de sonreír y volar siquiera por un instante saboreando el almíbar de las nubes bajas;
y lloraba entonces pero ya sin amargura, expiando en lágrimas la vocación inmediata de sus fuerzas de drenarse a tierra, y de repente ansiaba y sonreía; y desde el centro del aire ya opaco entre sus manos, uno y otro color aparecían; y la incertidumbre, y la esperanza, y la desazón pero una mirada de amor, y el espanto y el horror pero el abrazo y algo de calor y el ritmo, y la mierda pero la vida misma y un amigo, y el caos girando vertiginosamente en derredor pero uno quieto, bien quieto, bien quieto pararrayos a veces en el centro de la nada, y la belleza del relámpago y de las noches blancas y la búsqueda tronando en las aceras destiladas, y el crepúsculo de nacimiento y ocaso en el horizonte como todo, tornando experiencia sensible la posibilidad inverosímil de una meta.

MAPA ABSURDO DE LA CELDA INFINITA DE LA QUE NO SE PUEDE ESCAPAR... .

...porque es imposible llegar a sus confines
Sólo resto solo en la colmena. Ayer besaron la brisa los últimos engendros de mi labor. Se entregaron a la inerte placidez del vuelo bajo. Me arrojaron, quizá. Y crearon un vacío positivo, un abismo que llena todo de nada; y se repite -nada, nada, nada- en series que trazan garabatos ridículos sobre el ya caricaturesco espejo de mi memoria.
Sólo resta en mí, sola, la colmena. Las preguntas me vaciaron de respuestas; los engendros de mi luz, reflejos que produce la opacidad de mis tinieblas, se tornaron indolentes; sus facciones adquirieron la parálisis del asombro desmesurado; la violencia de sus gestos rompió lazos y quedó, sola y lúbrica como la colmena; fértil mas infecunda. Luz de mis engendros. Luz...?
Sólo resta la colmena. No estoy solo. Cuánto cariño y dedicación, cuánto delirio y obsesión me requirió resistir su construcción? Edificio estético que albergaría la historia de mis instintos, varia materia hueca -varia materia- protegida en la lubricidad sensual de los tiempos y los espacios que no fui.
Sólo resta... pienso, luego existe la colmena. Minuciosamente alados, multitud de bichos han huido, desde dentro de ella hacia su interior. En su corazón, una pregunta. Cuál es la pregunta -inquieren al abismo, que quizá sea la pregunta.
Soledad entre la multitud, pervive porque sufre la ausencia de dolor.

יאיר הוא כי מנחם - פרק ב: שער החלון .

הָיָה רְחוֹב בְּאוֹתוֹ הַכְּפָר
וּבְקִצּוֹ תָּמָר,
וְעַל גַּב הֶתָּמָר, חֲרוּתִים,
עֶשְׂרִים כְּתָרִים:
רַק מַה- אוּכַל לְהָעִיד בָּם,
כִּי לֹא נִתְגַּלּוּ מֵעוֹלָם.
וּמֵאֲחוֹרֵי אוֹתוֹ תָּמָר הָיְתָה נִרְאֵית
בְּאוֹתָהּ עֵת חוֹמָה גְּבוֹהָה
לְלֹא תּוֹעֶלֶת לִכְאוֹרָה:
כֹּה מְגֻוֶּנֶת, כֹּה צְבוּעָה,
נִרְאֲתָה בְּקָצֶה אֶחָד קְרוּעָה;
שָׁם, בְּצֵל נוֹזֵל, מְצֻיָּרוֹת,
עַל צִדֵּי שְׁבִיל נְחָשִׁי, מִגְוַן צוּרוֹת.
זֶה, אוּלַם, כָּל מַה שֶׁאֻפְשַׁר לְהַגִּיד
עַל הַשִּׁקּוּף שֶׁבָּאתִי לְהָעִיד:
נָזְלוּ הַצּוּרוֹת כְּמִין זֶרֶם:
פֹּה אֶתְמוֹל אִי וְהַיּוֹם כֶּרֶם,
שָׁם הָיְתָה סְפִינָה לִפְנֵי שָׁנָה
וְהִנֵּה הַיּוֹם יֵשׁ מִגִּילָה;
וְשָׁמָה, מַעְלָה, רָאִיתִי פַּעַם נֶשֶׁר
אֲשֶׁר בָּרוּךְ הַשֵּׁם הָפַךְ לְגֶשֶׁר.
תּוֹשָׁבֵי הַכְּפָר הָיוּ כְּבָר רְגִילִים
מִזְּמַנִּים לְלֹא סְפִירָה
לְזֶרֶם הַדְּמֻיּוֹת הַמִּתְהַפְּכִים:
עָבְרוּ מוּל הַחוֹמָה בְּהֲלִיכָה,
וְאוּלַי מִפְּנֵי שֶׁהָיָה מוּזָר
וְלֹא נִכְנָס בְּהִגָּיוֹן לְתוֹךְ הַשְּׁאָר,
נִמְנְעוּ בְּלִי כַּוָּנָה מִרְאוֹת חַלּוֹן
בַּכְּתָמִים הַמְּסַפְּרִים סִפּוּר חֲלוֹם.
לִפְעָמִים אֶפְשָׁר לִהְיוֹת בָּטוּחַ
וּבְאוֹתָם רְגָעִים, לְלֹא וִכּוּחַ,
שֶׁרְאִיָּה לֹא מוֹכִיחָה בִּפְנֵי עַצְמָהּ:
כְּשֶׁאָדַם נִצָּב בּוֹדֵד מוּל הַמַּרְאָה
וְטוֹעֵן לְעַצְמוֹ: "הֲלֹא רָאִיתִי",
אוֹ "הַבֹּץ בֲּנַעֲלַיִם לֹא דִּמִּתִּי",
וּמִסְתַּכֵּל שִׁקּוּף פָּנָיו, וּמִשְׁתַּפֵּל,
וּמְבַקֵּשׁ "הַיִּתָּכֵן" וְשׁוּב שׁוֹאֵל.
וְיִתָּכֵן שֶׁאַחַר מִכֵּן
(בְּהִתְפָּרְקוּת כָּזוֹ הוּא מִסְתַּכֵּן)
יִפָּתַח צִנּוֹר בְּמוֹא נָפְשׁוֹ
וּבַל יִשְׁאַל מַה פֵּרוּשׁוֹ
תַּתְחִיל חֵיל רְצוֹנוֹת לֹא נַוָּדִים,
פַּחַד, שִׂמְחָה, וְזִכְרוֹנוֹת אֲבוּדִים,
לְשַׂחֵק בְּזֶהוּת הַנִּסָּיוֹן:
"הִיא לֹא הָיְתָה בַּהֵרָיוֹן,
הֲלֹא עֵינֶיהָ הִתְכָּחְלוּ?"
אוֹ "אֲנִי בַּעַל אֱמֶת, בּוֹאוּ שִׁמְעוּ";
כִּי לֹא רוּחַ תִּתְּרַחֵף
בְּצִמְצוּם עַצְמוֹ לְלֹא הֶקֵּף.
וְהַצִּנּוֹר בְּכָל אָרְכּוֹ רוֹעֵשׁ בְּהוֹד
וּבְחֻלְשָׁה הָאִישׁ מַתְחִיל לִרְעֹד;
לְלֹא בִּטְחוֹן, נִשְׁפָּךְ לְתוֹךְ תְּהוֹם,
שְׁבוֹ, כֻּלּוֹ עֵינָיו, נִפְקַח פִּתְאוֹם.
כָּאֵלּוּ דְּבָרִים וְכַדּוֹמִים
נִשְׁמְעוּ בַּכְּפָר, מֵאוֹת לִפְנֵי הַיּוֹם.
רָאוּי לְהָבִין, בְּלִי לְהַגְזִים,
אֵיךְ נִבְנָה בְּתַרְבּוּתָם כָּזֶה מַחְסוֹם
שֶׁהַחֲלוֹם וְצוּרוֹתָיו מֵהֶם הִסְתִּיר
וְשֶׁאֵינֶנִּי רָאוּי לְהַגְדִּיר.
יֶלֶד תָּמִים, בֵּין אֲחֵרִים, הָיָה בַּכְּפָר,
עָלָיו כְּבָר מִקֹּדֶם יְסֻפַּר.
אַחִרֵי מִשְׂרַת הַלִּמּוּדִים שִׁלַח עַצְמוֹ
לְהֵרָאוֹת כִּשֶׁנִּתָּן לְטַעֲמוֹ:
בְּהִתְרוֹשְׁשׁוּת עִמְקֵי הַיַּעַר,
בַּגֶּחָלִים לְשֶׁעָבַר בְּחוֹף הַנָּהָר,
אוֹ הִרְחִיב אֹפֶק עֵינָיו עִם עוֹף נַיֶּדֶת;
אוֹ שָׁמַע אֶת הָרוּחַ מְדַבֶּרֶת
אוֹתָם מִלִּים לְלֹא לָשׁוֹן
אֲשֶׁר קִבֵּל בִּצְחוֹק אַדִּיר
כְּשֶׁבְּעֵינָיו מַבָּט בָּהִיר
מִתּוֹךְ שִׂמְחָה וְתִמָּהוֹן.
הַכֹּל אֵרַע בְּאוֹתָהּ סְבִיבָה, אָמְנָם.
וְאֵין צוֹרֵךְ לְהַסְבִּיר שֶׁכָּל אֶחָד,
כְּשֶׁבִּרְשׁוּתוֹ וְאַחִרָיוּתוֹ בִּלְבַד,
נִיבְנָה וְנִהְיָה אָדוֹן עוֹלָם.
יָרֹק, חָמוּץ, עָדִין, נִפְלָא,
קָשֶׁה, מַרְגִּיז, אוּלַי וְנַעֲלָה,
הֵם, בֵּינֵינוּ, הֶסְכֵּמִים לְהַשְׁוָאָה וּמַכְשִׁירִים
לִיצֹר קֶשֶׁר בֵּינִי לְבֵּין רָבִים.
וְלִפְעָמִים, רַק לִפְעָמִים, תּוֹךְ הִתְבּוֹנְנוּת עֲצוּמָה,
נִתַּן לְהָבִיא אֵיזוֹ פְּרִישָׁה לְסִיּוּמָהּ;
וְאָז הָעוֹלָמוֹת מִתְנוֹצְצִים בְּגִיל,
וְהֵיכָן שֶׁהָיְתָה חוֹמָה, יִפָּתַח שְׁבִיל.
אָז בּוֹאוּ נִתְקַדֵּם וְלֹא נִסְטֶה
עוֹד יוֹתֵר בְּרֶגַע זֶה:
אָנוּ עוֹמְדִים לְהִכָּנֵס לְעוֹלָם מַקְסִים
מַלֵּא פִּנּוֹת סְתוּמוֹת וּמַחְבּוֹאִים:
לְאוֹתָהּ חוֹמָה, הֵיכָן שֶׁהַמִּבְנֶה קָרוּעַ,
חֲבֵרֵינוּ הִגִּיעַ וְחָצָה... וְלֹא יָצָא פָּצוּעַ.
אֵיךְ הוּא עָשָׂהּ? אֵיךְ הוּא הִצְלִיחַ,
אֵיפֹה שֶׁלֹּא יָצָא לַאֲחֵרִים אַף לְהָרִיחַ?
רֵאשִׁית כָּל, אוֹדֶה לָכֶם:
הוּא נָתַן לַחַלּוֹן שֵׁם.
מִתּוֹךְ תְּמִימוּתוֹ, וּלְלֹא כָּל מַחְשָׁבָה,
הִתְבּוֹנֵן אַט לְאַט בְּמַהֲלָךְ צוּרוֹת
כִּרְאוֹתוֹ סֶרֶט בּוֹ סִפּוּר מֵעֲשִׂיּוֹת,
וְתוֹךְ הַסֶּרֶט שֶׁל עַצְמוֹ רוּחַ נוֹשְׁבָה.
לֹא נוֹדָע לוֹ מָתַי בִּכְלָל נִסְגְּרוּ לוֹ הָעֵינַיִם
וְעָבְרוּ לִהְיוֹת שִּׁמֵיִמָיו אוֹתָם שָׁמַיִם
וְהַחַלּוֹן בְּתוֹךְ-תּוֹכוֹ זֶה הַחַלּוֹן
אֲשֶׁר נִדְרַךְ אֵלָיו עַל הָרַגְלַיִם.
בְּמִין חֲלוֹם שָׁקֵט דָּרַךְ וְהִרְגִּישׁ חֲלַק,
פִּתְאוֹם חַלַּשׁ בְּעוֹד בָּטוּחַ; שׁוּב חֲזַק;
וְנִרְצְתָה בּוֹ אֲדָמָה בִּמְלֹא כַּפַּיִם
וְשָׁכַב אָז וּמוּל עֵינָיו, הַאֲדָמָה הָיְתָה כְּחֻלָּה.
הִתְחַשֵּׁק לוֹ אֹפֶק וּבִרְאוֹתוֹ יוֹנָה, מוּלָהּ,
נִתְגַּלָּה לוֹ, לְפֶתַע, נְתִיב כֹּה דַּק
כְּשֵׂעָר שֶׁל בֵּן עֲנָק:
נְתִיב חַי סֶגוֹל
וּבוֹ נִשְׁמַע נִגּוּן מָחוֹל
וְנֶאֱנַח אֶנְחַת שָׁלוֹם.
הַיֶּלֶד נִכְנַס בּוֹ שֶׁבְּתוֹכוֹ בְּתוֹךְ חֲלוֹם
מוּל הַקְּרִיעָה שֶׁבַּחוֹמָה עָל יָד תָּמָר
בְּעוֹד טִיֵּל בְּסִיבוּבוֹ בִּקְצוֹת הַכְּפָר.
לָקַח לִבּוֹ בִּשְׁנֵי יָדָיו; אוֹתוֹ שָׁלַח, אוֹתוֹ היִנֶס
לְתוֹךְ זֶה הַנָּתִיב, אֲשֶׁר פִּתְאוֹם יָלַד פַּרְדֵּס
אֲשֶׁר גָּדַל וְהִתְרַחֵב, פָּרַח מַהֵר,
נִדְלַק בּוֹ אוֹר, וְהִתְעוֹרֵר

יאיר הוא כי מנחם - פרק א: אולם בצל .

פרק א'
אוּלָם בָּצָל

נִזְדַּמֵּן לִי שֶׁהָיָה כְּפָר
וּבוֹ יֶלֶד נֶהֱדָר.
לֹא אֲסַפֵּר עַל זֶה הַיֶּלֶד
אֶלָּא שֶׁזָּכָה בְּמֶרֶד;
וּכְלוּם אַגִּיד עָלָיו
לְפַחוֹת בְּזֶה הַשְלָב.
בְּאוֹתוֹ הַכְּפָר כֻּלָּם
הָיוּ מִתְכַּנְּסִים בְּאוּלָם
לְהִתְרוֹצֵץ מִדֵּי שָׁבוּעַ.
מִתּוֹךְ מָסֹרֶת עַתִּיקָה
סִפְרוּ בְּדִיחוֹת, אָכְלוּ, שָׁתוּ,
עַד שֶׁהָיוּ בְּרֹאשׁ פָּרוּעַ.
וְאָז, תּוֹךְ כְּדֵי שְׁתִיָּה,
כְּבָר בַּלַּיְלָה נִשְׁלְטוּ
יצְרותֵיהֶם בִּידֵי גּוֹרָל:
הֵם עָמְדוּ בְּמַעְגָּל
וְכָל אֶחָד אֶת צַעֲרוֹ
דִוֵחַ בְּחֻפְשָׁה;
לְלֹא צְנִיעוּת, לְלֹא בּוּשָׁה,
לְבַל יֶדַע מִי אֲמָרוֹ,
מִכָּל פֶּה, סִפּוּר אֻמְלָל,
בַּחֲשֵׁכָה, בַּמַּעְגָּל.
הַפִּקְחִים אוּלָם נִחְשׁוּ
מִי בָּעַל כָּל וִדּוּי,
אַךְ שׁוּם סִפּוּר הָיָה צָפוּי
מֵאוֹתָם שֶׁהִתְכַּנְּסוּ:
לְאוֹר הַיּוֹם נִרְאוּ שְׂמֵחִים!
רַק בְּאוֹתָם יָמִים
כְּשֶׁעֵינֵיהֶם נִכְבּוּ בְּיַחַד
גִּמְגְּמוּ אֶת כָּל הַפַּחַד;
וּכְשֵׁם שֶׁזֶּה אֵרַע
נִפְתַּח לָהֶם סֻלַּם מִתַּחַת
כְּפֵה בּוֹלַעַת וְרוֹתַחַת,
וְנָפְלוּ בּוֹ, מְלֵאֵי יִרְאָה,
לְהַחְבִּיא אֻמְלָלוּתָם עָמֹק רָחוֹק
אַחַר שָׁעוֹת שְׂחוֹק וּצְחוֹק.
אָמַרְתִּי לָכֶם
וְאֶחְזֹר בַּכֵּן:
הָיָה גָּר בַּכְּפָר הַזֶּה
יֶלֶד חָכָם וְנָאֶה.
אַךְ אֵינֶנּוּ עוֹד הַזְּמַן
שֶׁאֲסַפֵּר לָכֶם עָלָיו.
רַק תֵּדְעוּ: הָיָה שׁוֹבָב.
וְגַם תָּבִינוּ לְהַלָּן
אֵיזֶה מְפֻנָּק, אֵיזֶה חָמוּד:
בִּתְמִימוּתוֹ לְכָל צִיּוּד
הָיָה נִכְנָס בְּלִי בֶּהָלָה
לַקָּשָׁה וְלַקַּלָּה
מִתַּחְבּוּלוֹת הַכְּפָר.
מַה סוֹדוֹ? הוּא הָיָה שָׁר!
וּבַל תַּגִּידוּ לִי עִקֵּשׁ
רַק אוֹסִיף שֶׁהָיָה לוֹחֵשׁ
מְתיקוּיות לְלֹא מִלִּים
בְּאָזְנֵי הַמְּבֻגָּרִים,
שֶׁהִתְבַּיְּשׁוּ מִלְּהוֹדוֹת
שֶׁהָיוּ עֵרִים בַּחֲלוֹמוֹת:
עָצַר אוֹתָם אַף בָּרְחוֹב
וְנֶחִדֳר לְכָל מַכְאוֹב:
לְאֹזֶן הַמְּבֻגָּר קָפַץ
-כִּזְבוּב נָגַע וְרָץ-
וְאַף אִם לֹא יָדַע מַה כְּאֵבוֹ,
תּוֹךְ שְׁנִיָּה נִרְפָּא לִבּוֹ.
אֵיזֶה עֵרֶב, בָּאוּלָם,
שׁוּב נִתְכַּנְּסוּ כֻּלָּם.
שִׂחֲקוּ וְשָׁתוּ וְהִתְוַדּוּ
וְכָרָגִיל בַּסּוֹף בָּכוּ
כִּי בַּסּוֹף, לְכָל אֶחָד מֵהֶם,
נִרְאָה שֶׁהָיָה מְשַׁעְמֵם.
"אֵיזֶה דְּמָעוֹת לְלֹא תּוֹעֶלֶת!",
נִשְׁמְעָה צְעָקָה בְּתוֹךְ הַשֶּׁקֶט.
וּמִיַּד הִכִּירוֹ אֶת קוֹל הַיֶּלֶד
עֲדִין כְּוֶרֶד יוֹסֵף אוֹר מִתּוֹךְ הַחֹר.
בַּדְּמָמָה אָז נֶעֱצָר
הַתַּהֲלִיךְ הַמֻּכָּר.
וְטֶרֶם הֵגִיב הַכַּעַס כְּתַחְבֹּשֶׁת
לְהִתְנַצֵּל מִזּוֹ הַבֹּשֶׁת
נִשְׁמְעָה שׁוּב הַקּוֹל הַמְּצֻיֶּנֶת:
"דִּמְעוֹת בָּצָל מִשֶּׁלָּכֶם,
אֻמְלָלוּתְכֶם לֹא כָּךְ תְּהִי מוּגֶנֶת!".
אוֹי, עַל עַצְמָם הִתְחִילוּ לְרַחֵם,
עַד שֶׁמִּישֶׁהוּ צָחַק חָזָק
וּבְמֶרְכָּז הָאוּלָם הַזֶּה צָעַק:
"בּוֹאוּ נוֹרִיד אֶת קְלִיפַת זֶה הַבָּצָל
וְנִרְאֶה מַה בָּאֶמְצַע נֶאֱצָל".
וְשׁוּב נוֹשְׁבוּ וְהִתְכַּנְּסוּ
וְהִתְחִילוּ לְדַבֵּר, וְנִרְגְּעוּ.
וְהָאֶחָד אָמַר אֲשֶׁר מִתַּחַת
הַקְּלִפָּה הַיְּבֵשָׁה בְּנַחַת
מִתְרַכְּזִים הַכֹּחַ וְהַמִּיץ,
וְשֶׁכְּדָאִי לְהָצִיץ
הָאֵין שִׂמְחָה וְאֹשֶׁר אֶפְשָׁרִיִּים
מֵאֲחוֹרֵי חַיִּים שִׁגְרָתִיִּים.
וְהַשֵּׁנִי פָּתַח אֶת בְּצָלוֹ, וּמֵאַחַר סְפָרוֹת
שֶׁתָּפְסוּ לוֹ אֵת כָּל הַיּוֹם
מָצָא כִּשְׁרוֹנוֹתָיו בְּהִגָּיוֹן
וְנִזְכָּר בְּיַלְדוּתוֹ מְלֵאָה חָכְמוֹת.
וְהַנָּהָג אֲשֶׁר בְּאוֹתוֹ מַסְלוּל
נִמְאַס לוֹ מִלָּלֶכֶת יוֹם בְּיוֹם
הוֹדָה בְּכָךְ שֶׁיֵּשׁ לֹא גְּבוּל
לֲגִלּוּיִם הַחֲדָשִׁים בְּכָל מָקוֹם.
וְכָךְ דִּבֵּר הַחַיָּט עָל הָאָפְנָה
וְכָךְ הוֹדָה בַּעַל מָלוֹן
אֲשֶׁר בְּכָל תַּיַּר רָאָה תְּמוּנָה
שֶׁל אֹשֶׁר, אַהֲבָה, אוֹ כִּשָּׁלוֹן.
וְהִתְרַגְּשׁוּ, וְהִתְחִילוּ לְדַבֵּר כֻּלָּם בְּיַחַד
צְמֵאִים לְחַיּוּת אֲשֶׁר מִתַּחַת.
הָרֵי הִתְמוֹדְדוּ פִּתְאוֹם
בִּהְיוֹתָם בְּצָלִים שֶׁמִּבַּחוּץ
נִחְוְיִם שְׁמָמָה בְּעוֹר חָמוּץ
וּבְתוֹכָם עָמֹק בּוֹעֵר חֲלוֹם
בְּרֵיחוֹ הַיָּחִיד, וּמְפֹאָר, וּמְיֻחָד
אַף בְּלָשׁוֹן מְשֻׁתָּף, שֶׁל כָּל אֶחָד.
עוֹד יְסַפֵּר עַל עַצְמוֹ
אוֹתוֹ הַיֶּלֶד הַתָּמִים
שְׁעָתָהּ כֻּלָּם אוֹהֲבִים
בְּזֶה הַכְּפָר, בְּעוֹלָמוֹ.
עָלַי לִגְמֹר אֵת מִלּוֹתַי
כֵּיוָן שֶׁכְּבָר שָׁעָה לְהִתְמַצְּאות.
אֵין מָקוֹם לָעֶצֶב, חֲבֵרַי:
בָּצָל שֶׁמִּבַּחוּץ עוֹרֵר דְּמָעוֹת
כְּדָאִי לַחְדֹּר בּוֹ קְלִיפָה קְלִיפָה
וּלְגַלּוֹת עוֹלָם חָדָשׁ בְּכָל טִיְּפָה.
עַכְשָׁו בְּזֶה הַכְּפָר אוּלָם חָדָשׁ
מוּאָר וּמְפֹאָר לַתַּעֲנוּג
בּוֹ הַקָּהָל בְּשִׂמְחָה וְכַנָּהוּג
רוֹקֵד נִגּוּן חָלָב וּדְבַשׁ.
שֵׁם הָאוּלָם? אוּלָם בָּצָל,
אֲשֶׁר מִתְּמִימוּת יֶלֶד נֶאֱצָל