AbracaAdabrá.Ediciones

martes, 26 de abril de 2016

כי יד האדם כוננה עליו ומחילה את נועם ה' על חייו Pues la mano del hombre hace su vida, y erige la belleza y agradabilidad de Hashem sobre si @Tal (Oren) Ginerman


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מעבדת יאיר מנחם להמחשת הגאולה, במרום הרי נפתלי El laboratorio de iaIr menachem en que multiplicamos metaforas y representaciones de redencion, en lo alto de las montañas de Naftali


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Hamsa חמסה יד שהיא גדולה, חזקה, רמה ונטויה La mano de grandeza, la fuerte, la elevada, extendida siempre מאת טל (אורן) גינרמן


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סערת תפארת שבחסד Tormenta del esplendor de la piedad Plastic glue & sprays on canvas @danielginerman


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lunes, 18 de abril de 2016

(español abajo) חכם, הוא לא באמת שואל, אלא רק חושף בלשון שאלה רטורית את היותו מלא וגדוש מעצמו. אינו מרגיש צורך בכלל לבריות כי אם כדי שיתפעלו מכל אשר בתוכו וייקנו לו כבוד ויסגדו לחכמתו. אמנם, הוא הכי רחוק מכולם מהגאולה, כי צנורותיו קטועים שמא יתערבבו מעיינותיו עם אלו של האספסוף, ותוכיותו לא בהכרח זהב טהור. אוי לו והבוי לחסידיו, עד אשר רחמי שמים ירסקו גאוותו וייפנו מקום מחכמתו לתבונה שבלב, ואז יזכה להיות לתועלת ותכלית לעולמו. El "sabio" de la hagadah, no pregunta realmente nada, sino que exhibe en una pregunta retorica su estar lleno de si, atrapado en el espejo de la informacion que atesora. No siente ninguna necesidad de relacionarse con el projimo sino desde la condescendencia, para ser admirado y seguido y colmado de honor. Esta mas lejos que nadie de la redencion, porque sus caños o canales de comunicacion estan cortados y clausurados, no sea que se mezclen sus aguas con las de la muchedumbre que ignora lo que el sabe;... y su interior no es forzosamente oro puro. Pobres de sus seguidores, hasta que la misericordia de los cielos le derribe de su vanidad y liberen lugar del que ocupa su sabiduria para el entendimiento del corazon. Recien entonces, sera de provecho y beneficio para su mundo.


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(español abajo) חכם, הוא לא באמת שואל, אלא רק חושף בלשון שאלה רטורית את היותו מלא וגדוש מעצמו. אינו מרגיש צורך בכלל לבריות כי אם כדי שיתפעלו מכל אשר בתוכו וייקנו לו כבוד ויסגדו לחכמתו. אמנם, הוא הכי רחוק מכולם מהגאולה, כי צנורותיו קטועים שמא יתערבבו מעיינותיו עם אלו של האספסוף, ותוכיותו לא בהכרח זהב טהור. אוי לו והבוי לחסידיו, עד אשר רחמי שמים ירסקו גאוותו וייפנו מקום מחכמתו לתבונה שבלב, ואז יזכה להיות לתועלת ותכלית לעולמו. El "sabio" de la hagadah, no pregunta realmente nada, sino que exhibe en una pregunta retorica su estar lleno de si, atrapado en el espejo de la informacion que atesora. No siente ninguna necesidad de relacionarse con el projimo sino desde la condescendencia, para ser admirado y seguido y colmado de honor. Esta mas lejos que nadie de la redencion, porque sus caños o canales de comunicacion estan cortados y clausurados, no sea que se mezclen sus aguas con las de la muchedumbre que ignora lo que el sabe;... y su interior no es forzosamente oro puro. Pobres de sus seguidores, hasta que la misericordia de los cielos le derribe de su vanidad y liberen lugar del que ocupa su sabiduria para el entendimiento del corazon. Recien entonces, sera de provecho y beneficio para su mundo.


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(español abajo) תם, מה הוא שואל? כדרך זה שאינו יודע לשאול, גם התם אינו מרגיש בצורך לשאול כלום: לא להוסיף, ולא לגרוע. הוא מרגיש, כתארו, תם ומושלם, אך לא השתחרר עדיין מהצורך למצוא חן בעיני הזולת, וזה מחייב אותו לפחות לשאול סתם, למשוך אליו תשומת לב, פה ושם להתחנף. הוא באמת תם ביופיו אך אינו זז, נמנע כפי יכולתו מכל סכנה של הישתנות, וככה בסוף, נובל במקומו אם לא יתעורר בזמן. El integro-inocente, que pregunta? Al modo del que nosabe preguntar, tampoco el "tam" siente necesidad de preguntar nada: no para agregar, ni para menguar. El se siente realmente integro y perfecto tal cual es, y acaso en el presente efimero lo es, mas no se ha liberado aun de la necesidad de hallar gracia a ojos de los demas, del "que diran", y ello lo obliga a preguntar vagamente por cortesia siquiera para atraer atencion, y aun a suplicarla si no se le da. Es acaso perfecto en su belleza pero no se mueve, evitara cuanto pueda todo riesgo de cambio, y asi, a la postre, se marchitara en su puesto si no despierta a tiempo.


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(español abajo) תם, מה הוא שואל? כדרך זה שאינו יודע לשאול, גם התם אינו מרגיש בצורך לשאול כלום: לא להוסיף, ולא לגרוע. הוא מרגיש, כתארו, תם ומושלם, אך לא השתחרר עדיין מהצורך למצוא חן בעיני הזולת, וזה מחייב אותו לפחות לשאול סתם, למשוך אליו תשומת לב, פה ושם להתחנף. הוא באמת תם ביופיו אך אינו זז, נמנע כפי יכולתו מכל סכנה של הישתנות, וככה בסוף, נובל במקומו אם לא יתעורר בזמן. El integro-inocente, que pregunta? Al modo del que nosabe preguntar, tampoco el "tam" siente necesidad de preguntar nada: no para agregar, ni para menguar. El se siente realmente integro y perfecto tal cual es, y acaso en el presente efimero lo es, mas no se ha liberado aun de la necesidad de hallar gracia a ojos de los demas, del "que diran", y ello lo obliga a preguntar vagamente por cortesia siquiera para atraer atencion, y aun a suplicarla si no se le da. Es acaso perfecto en su belleza pero no se mueve, evitara cuanto pueda todo riesgo de cambio, y asi, a la postre, se marchitara en su puesto si no despierta a tiempo.


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iairmenachem@fb ---> menachemedia


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April 18, 2016 at 12:46AM
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jueves, 14 de abril de 2016

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השפיות עברה למחתרת. La lucidez se ha vuelto clandestina.
by IaIr Menachem

April 14, 2016 at 09:57AM
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martes, 12 de abril de 2016

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https://www.youtube.com/watch?v=qzNNY1IivME míralo desde cualquiera de ambos lados, porque pasamos la vida pendulando entre ambos. y la sabiduría...
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April 11, 2016 at 10:41AM
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domingo, 10 de abril de 2016

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April 10, 2016 at 10:23AM
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מצא את החיים Halla la vida Plastic glue & sprays on canvas, by @danielginerman , hurting for the whole world.


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pese a todo, los obtusos algoritmos de facebook pegan de vez en vez en algún centro neurálgico de emoción:
by IaIr Menachem

April 10, 2016 at 03:33AM
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תוך דקה וחצי הליכה במסילות אביב הרירי, פעמים תיקרא להביט מעלה ופעמים להשתטח ארצה: המנגינה בלב, והריקוד החושני ינבע מהסתגלותך להתפעל ולהודות. En apenas minuto y medio de recorrer los senderos que traza la primavera en la montaña, a veces seras convocado a mirar a lo alto, y otras, a postrarte con la barbilla a ras de tierra: la melodia en el corazon, y la danza de los sentidos manara naturalmente de tu capacidad de asombro y gratitud.


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תוך דקה וחצי הליכה במסילות אביב הרירי, פעמים תיקרא להביט מעלה ופעמים להשתטח ארצה: המנגינה בלב, והריקוד החושני ינבע מהסתגלותך להתפעל ולהודות. En apenas minuto y medio de recorrer los senderos que traza la primavera en la montaña, a veces seras convocado a mirar a lo alto, y otras, a postrarte con la barbilla a ras de tierra: la melodia en el corazon, y la danza de los sentidos manara naturalmente de tu capacidad de asombro y gratitud.


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והחיים חופרים להם מסילה בין רגבי הערפל והענן, וצורתם נהיית משונה מתוך שפשוף האור הדק בלהבי חושך מחוספס. ועודם חיים, משונים אמנם, זרע חיים ממנו אפשר להרות. Y la vida cava para si un sendero entre las grietas de la bruma y de la nube, y su forma se vuelve rara por la frotacion de la luz delgada en los filos de la aspera oscuridad. Y aun es vida, aun cuando enrarecida, simiente de vida de la que es dado concebir.


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והחיים חופרים להם מסילה בין רגבי הערפל והענן, וצורתם נהיית משונה מתוך שפשוף האור הדק בלהבי חושך מחוספס. ועודם חיים, משונים אמנם, זרע חיים ממנו אפשר להרות. Y la vida cava para si un sendero entre las grietas de la bruma y de la nube, y su forma se vuelve rara por la frotacion de la luz delgada en los filos de la aspera oscuridad. Y aun es vida, aun cuando enrarecida, simiente de vida de la que es dado concebir.


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viernes, 8 de abril de 2016

שער הדממה, מעבר לצנורות דמעה. הדים של חיי גוף נתאדים אל עבר תודעה קורה, חובקת, מושכת את עיני הנפש כלפי פנים, כלפי מרום. נדרש הרבה אומץ לעמוד אל מול השקט הרועש. נדרשת אהבה למטה לעשות נחת רוח אי שם במרומים. El portico del silencio, mas alla del tunel a cuyo largo la lagrima fluye. Ecos de vida fisica se evaporan hacia una conciencia que techa, abriga, abraza, atrae a los ojos del alma hacia dentro, hacia lo alto. Se necesita mucho coraje para enfrentar el silencio que aturde. Se requiere mucho amor abajo para elucidar felicidad placida alla, en algun lugar en las alturas.


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שער הדממה, מעבר לצנורות דמעה. הדים של חיי גוף נתאדים אל עבר תודעה קורה, חובקת, מושכת את עיני הנפש כלפי פנים, כלפי מרום. נדרש הרבה אומץ לעמוד אל מול השקט הרועש. נדרשת אהבה למטה לעשות נחת רוח אי שם במרומים. El portico del silencio, mas alla del tunel a cuyo largo la lagrima fluye. Ecos de vida fisica se evaporan hacia una conciencia que techa, abriga, abraza, atrae a los ojos del alma hacia dentro, hacia lo alto. Se necesita mucho coraje para enfrentar el silencio que aturde. Se requiere mucho amor abajo para elucidar felicidad placida alla, en algun lugar en las alturas.


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una rara joya de artesanía poética, con el lenguaje manejado a modo de plasticina: https://www.youtube.com/watch?v=9MtJQZaF6sQ
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April 07, 2016 at 01:03PM
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martes, 5 de abril de 2016

iairmenachem@fb ---> menachemedia

no sé si sea verdad. pero me han dicho que hay gente tan insensible que incluso en una mañana como la de hoy aquí en la montaña, en que era primavera y otoño y verano todo a una maravillosa vez, aún así, no escuchan a vivaldi: https://www.youtube.com/watch?v=GO7inO64n7Q
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April 04, 2016 at 11:39AM
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domingo, 3 de abril de 2016

No me importan las cosas de este mundo -dijo-: ¿Cómo hago, no obstante, para triunfar en ellas?

No me importan las cosas de este mundo -dijo-:

¿Cómo hago, no obstante, para triunfar en ellas?



Aún cuando no me son relevantes, entiendo que son imprescindibles. Así: ¿de qué modo obtendré éxito en las cosas relativas al mundo denso, a la economía, el sustento; cómo habré triunfado en todo lo que a la postre dota de carácter expansivo a la libertad -que para ello creo que nacimos-?



Daba la impresión de estar tan altamente seguro como para hacerse polvo si llegara a caer, y tambaleaba. Las primeras canas habían atropellado a su espíritu revoltoso, y se le notaba a caballo entre varios mundos, apoyado en la brisa, corredor entusiasta hacia el centro de sí. Era cuan exitoso quería y elegía, en las artes que nutrían a su espíritu y que le vestían -así me dijo-, mas le dolía en el pecho la secreta desconexión entre sus calores vivos y el frío que sentía le devolvía el mundo éste, en que no puedes no vivir si es que amas estar vivo.


Le expliqué lo que nos disponíamos a hacer: nos serviríamos de un sistema simbólico de referencias altamente minucioso y complejo, codificado en los arcanos mayores del Tarot en su versión más original y fiel y ligada a las fuentes de sabiduría que lo engendraron a nuestro alcance. El elegiría 4 cartas. Una con valor de iód, de punto germinal íntimo, donde toda su experiencia del mundo se origina; la segunda, con valor de héi ambivalente, describiría el modo en que su conciencia reacciona -se hace pensamiento del verbo-, el ánimo con que recibe el fluido preconciente de iód, y a su vez nos mostraría qué instrucciones da ese pensamiento, siempre en su interior, a su capacidad de hacer y dar (que siempre estamos haciendo y siempre estando dando -me expliqué-). La tercera sería para nosotros una váv vincular, una suerte de tobogán que condensa todo el fermento producido en su mente para hacerlo fluir desde sus púdicos adentros hacia las formas infinitas que pueblan el mundo exterior: cómo lo que él siente se traduce en actitud, en conducta. La cuarta carta sería otra héi, conectada por fuerza de añoranza a la primera: su propia experiencia del mundo, programada menos por el mundo mismo que por el pensamiento del verbo que él, en su tiempo, ha tenido que volver acción. Del cuarteto sagrado intentaríamos tomar las llaves de un diagnóstico, que nos abriera las puertas a la resolución de todos los conflictos. Su mirada inteligente demostraba apremio.


Mezclé el mazo boca abajo largamente, corté en dos y en tres, abrí en abanico, volví a cerrar y a mezclar, torné a abrirlo con ambas manos, se lo extendí. Toma una carta, la que te llame -le dije-, y él ya estaba extendiendo sus dedos hacia una que casi se caía, sujeta de los extremos del abismo que mediaba entre mis meñiques. La volteó, la apoyó sobre la mesa, se puso los lentes y se sumergió en la imagen del arcano 19, el Sol.




El Sol de mi Tarot es manifestación de Jojmáh al modo de sabiduría serena -le dije sonriendo-: no de la sabiduría exaltada de la inspiración, de revelaciones y descubrimientos, no de la sabiduría que viene de arriba y nos excede por todos lados llevándonos a formas cualesquiera del éxtasis entusiasta, sino de la sabiduría que ha recorrido todo el camino hasta la acción de las manos y los pies, y se ha depurado y tomado forma de la experiencia, para retornar a la iód de la mente asentada, medida, conciente, feliz. Callé un instante. Titubeó. La carta se propone mostrar por dónde empiezo a pensar -dijo-: ¿estoy en lo cierto?. Asentí. ¿Y esta carta está insinuando que yo empiezo por el final? Incliné de nuevo la cabeza, y muy morosamente agregué: que tomas al final por punto de partida... y acaso ya por ello, resulta que vas a donde nadie va, que es de donde tampoco nadie viene. Mas no te apresures: apenas estamos comenzando. Sonreimos los dos. Estaba siendo una experiencia grata para ambos.


Bebimos agua. Me ofreció su tabaquera, que olía muy bien. Acepté. Saqué una hojilla y un poco de tabaco, lo dispuse esponjoso y aireado, hice rodar el asijo informe entre mis dedos hasta que adquirió forma cilíndrica, pasé la lengua sobre la línea de goma, lo pegué. El encendió un cigarrillo que ya tenía pronto, pitó hondo, me extendió la llama del encendedor. Nos miramos a los ojos y le dije: no lo dejes pasar; no lo veas con suficiencia. No huyas. Con el tabaco humeante entre los labios le extendí nuevamente el abanico entre mis manos. Sin ceremonia alguna tomó una carta, le indiqué apoyarla a la izquierda de la primera. La volteó: el arcano 15, el Diablo con sus cuernos celestes como de ciervo u de ramaje del ciprés, sus alas de murciélago amarillo: ojos del rostro, de los pechos, de la barriga, de las rodillas.





El desafío a la disciplina y al rigor, el desprecio por toda dependencia desde su autosuficiencia, andrógina hasta lo obsceno. La duda sistemática y la transgresión de lo establecido te pasan por debajo. ¿Ves? Sí, veo. ¿Qué ves? Veo los riesgos que manan de tanta luz -dijo-: se me ha antojado Fausto sosteniendo, haciendo de puente entre las dos cartas.


Tienes un Sol, una fuente de luz infinita que se alimenta de las gotas que llueven de los hombres hacia él -le respondí, mirándole fijo-. Esa luz crece y mana y alumbra dentro tuyo; hay una sustancia de divinidad que fluye transmutando tu animalidad, tu sexualidad, en algo distinto y desconocido que sólo la fascinación es capaz de contener. De allí que ni siquiera te interesa transgredir o profanar la normalidad consensuada, porque ésta es como una esponja informe a tus ojos, que no te despierta el menor interés, en la que ni siquiera llegas a plantearte cómo cuajar. Todo ésto lo conoces muy bien, ¿estoy en lo cierto?. Sonrió, pitó fuerte, se quitó los lentes y los apoyó sobre la mesa marmórea. Vaya descripción de la fractura -dijo-. Lo que tú dices es que, por vía de lo que sabe mi alma, no hallo reflejo, no hallo en qué reflejarme allá fuera. Más que eso -dije gravemente-: te concibes de pura luz, lo que no es malo en sí, mas entonces no tienes ni tan siquiera sombra a que acogerte para ser advertido. No hay nada realmente prohibido u ordenado ni absolutamente bueno ni malo ni más deseo que de lo que el presente hay; no hay tonos ni colores que están todos en tu blanco, y eso te da todos los permisos y todas las atribuciones, al modo de un máximo rey... que al no estar en el mundo, no tiene asignado presupuesto para vivir en él. Mira la carta: los súbditos de tu diablo, es verdad, están atados, atrapados; mas no le sirven. Calló, y aproveché para dictar: toma otra carta. Y le extendí el mazo en abanico.


La tercera carta resultó ser el arcano también tercero: la Emperatriz. Dáat en Dáat.





¡Cómo te atreves! -salté, casi sin pensarlo-. ¿Te das cuenta lo que haces?. No sólo no rectificas tu pensamiento autoexcluyente, sino que le coronas por majestad de tu participación de este mundo. Mira bien, y dime si no es exacto: desde una doctrina apoyada en un manantial infinito de pura luz que te exime de toda sujeción a las excrecencias densas de la esencia, pones la conexión del águila y el cetro a cargo de continuar el camino. El cetro apunta hacia arriba, y el águila, que debiera volar y planear vigilante buscando carne del mundo que sirva de alimento a de donde viene, está encerrada en una burbuja celeste, en un globo, en una singularidad celestial y bidimensional sobre la tierra. Estamos en la carta que conecta, y toda conexión posible está anegada de desgano, de esa soberbia sagrada que te mantiene apartado y lejos, desconectado, a resguardo del pozo pues ni por hambre sabrás descender a donde está la comida. La emperatriz está triste: ella es Dáat (el conocimiento vital, la conexión entre la mente y el cuerpo, entre el verbo y su acción), y se halla en la posición de Dáat, mas el esquivo violeta que representa a Dáat está ausente de ella. El cetro está parado solo, sostenido desde arriba; si te fijas, no hay modo de que la mano en esa posición lo pueda sostener. Y el águila está a salvo del abajo a que no puede acceder, porque aún en tierra, ella se queda en el cielo. Resuelve ésto, ya, con urgencia: toma una carta más.


El procedimiento me iba atrapando a mí también. El tomó grácilmente una carta de mi abanico, la puso debajo de las otras, la volteó. Cuando la vio, rió, mandó sus ojos a lo alto, golpeteó con la cucharilla del café sobre la mesa. Le comprendí: era desesperante. El arcano 20: el Juicio, el Kéter tercero, la corona del deseo que llama a las criaturas del mundo hacia dentro del espíritu y de la mente, hacia allende sus cuerpos de belleza moliente y eficaz pero con ellos.





Un sol que es ahora persona (que está por encima del Sol impersonal), cuyos rayos emiten o reciben -tanto da- gotas multicolores de una lluvia simétrica que no llega a mojar a ninguno de los extremos ni desespera de alcanzarlos; el diablo celeste predicando animalidad a los cuerpos desnudos del alma; y la trompeta que no cesa de llamar y tú -le dije- ahí en medio entre el abrazo del diablo y el ángel que tus ojos ven al son de la trompeta que te llama. Huyamos de aquí -sugerí-: comprendido que hemos, nos toca empezar a trabajar.


Se le notaba en el extremo de la desazón. Hasta ahora, el túnel de que pedía salir sólo se había iluminado, y la luz no ayudaba sino a fortalecer la sensación de su infinitud inclaudicable, de la imposibilidad de que los nativos de él le abandonasen. ¿Qué diferencia podría haber entre una luz de magnitud insoportable y la oscuridad más profunda? Entonces, mira -le dije-: tenemos cuatro arcanos que has elegido. Son los 19, 15, 3 y 20, que suman en total 57. Las cifras que componen el resultado, 5 y 7, dan por resultado 12, por lo que tomaremos para el inicio de la respuesta al arcano 12: el Colgado.




Hay que parar en el camino para adquirir consistencia, disciplina, para poner la mente en blanco. Todo ello sin perder los modales ni la gracia. Tú sientes un dolor profundo, y ese dolor tiene que engendrar las fuerzas para un camino nuevo. Un alto en el camino para gestarte otra vez. En mi Tarot, el Colgado lo está en sintonía de Hód, de gratitud y reconocimiento: él conduce el camino de retorno de lo material efímero a lo espiritual-mental. No te confundas: no es el camino que conoces, en que la ligazón a lo alto y sublime te impide poner jamás los pies en tierra; sino el camino de retorno de la luz a su origen, una vez cumplida su misión en la tierra -no quitaba los ojos de sobre mi interlocutor, y hablaba rápido por miedo a que se me desmoronara-. Y por ello está entre columnas: Iajín y Boáz a sus costados, y el piso allá arriba dispuesto a sus pies, porque se dirige hacia lo alto, y la cabeza piensa, y los pies la anteceden en el camino.


Y entonces -agregué-, tenemos también que si dividimos 57, el valor total de todas las cartas que elegiste tú, entre 22 que es el total de los arcanos mayores con que estamos trabajando, nos da 2, y queda un resto de 13 -busqué la carta, y la puse ante sus ojos-: el arcano 13, el sin nombre porque al pasar por él todo ha de ser revisado de nuevo y ya nada es como haya sido. Aquí algo ha de terminarse para que algo pueda comenzar.




Tu oportunidad de transmutar cuanto te ha dado lo que has sido para ser un proyecto nuevo. Trece es el número del amor, de la unidad, y en nuestro Tarot, de la victoria o Nétsaj de tu luz que, cumplida su misión, se eleva otro paso desde Hód hacia tu paraíso.


El me oía absorto, con los ojos entrecerrados; parecía dolerle la cabeza, y no era para menos. Continué: sigamos derivando, desgranando. Podemos tomar estas dos primeras cartas de solución y sumarlas, para hallar de dónde se desgajan, de qué sustancia proviene su fuerza. Son el 12 y el 13, 25 en total, la suma de cuyas cifras da 7. Y hélo aquí: el arcano 7, el Carro, el vehículo de tu majestad, el carro de guerra de que servirte en tus conquistas. Nos habla de acción en el mundo, de obra en movimiento vivo, de transmisión potente. El también está en sintonía de Nétsaj, de victoria y perpetuación, de dirección de orquesta como el arcano 13, pero es su fase previa y complementaria: a su través la luz de lo alto se condensa para hacer sobre la tierra, todo lo que es mental se vuelve herramienta de majestad.




Si a 25 lo dividimos entre 22 nos dará un resto de 3: el arcano 3, la Emperatriz que tenemos ya abierta aquí al lado: seguro se pondrá contenta de lo que tu subir al Carro significará para ella, mas como ya la tenemos abierta, la saltearemos ahora.


Se incorporó. Habrá que ponerse a trabajar -dijo-. No sólo bajar a la tierra sino triunfar en ella. Y si te estoy comprendiendo, es la potencia de quien ya soy la que debe habilitarme a hacerlo. Y agregó, con desazón: visto en este croquis, resulta inverosímilmente sencillo.


Algo te está mandando a concentrar todo tu mundo mental, tu historia, tu corazón, tus relaciones -le dije-, hacer un alto en el camino, virar, tomar las riendas, actuar en este mundo. Lo que sea que vienes desde siempre prehaciendo, hacerlo de una vez por todas. Vayamos un poco más hondo todavía. Tenemos de la respuesta ya el 12, el 13 y el 7: treinta y dos en total, el número del corazón. Sus cifras 3 y 2 suman 5. He ante tí el arcano 5: el Papa, el sacerdote iniciado, que guarda el secreto.



Sus dedos son delicados y la cabeza de su báculo tiene diez nudos. A la postre, no puedes perder la raíz genuina de tu camino: debes ayudar, mediar, usar tu inspiración para bien de tu mundo, producir santidad. No hay nada que falsear ni distorsionar: es el sacerdote el que viene a actuar sobre la realidad. No hay nada que estés llamado a perder, sino que por el contrario, te toca por fin realizar. En nuestro Tarot, este Sacerdote actúa en sintonía de Guevuráh, pon atención: rigor, contrición, disciplina, recato, autoridad, conexión vertical: le corresponde el trono, en tanto atienda a todos esos seres idénticos porque de espaldas que se acercan a pedir su consejo u auxilio. Y él los ve aunque no los mira. Me lo estoy viendo venir, mira bien: si dividimos el mismo 32 que ya tenemos entre 22 nos da 1, y deja un resto de 10. El décimo de los arcanos mayores, para completar un traje que no se te podría haber confeccionado más a medida. La Rueda de la Fortuna. Maljút: el imperio de lo real, de lo sensible, de lo denso, de la materia oscura que sólo para alumbrarla recibes luz.




Habla de vestir a tu yo de sus circunstancias, de espiritualizar la materia y encarnar el espíritu que le da vida. La rueda está inmóvil, a la espera de que tu fuerza la ponga en movimiento. Si eres el rey celeste sobre ella, ese que lleva el conocimiento violeta pegado a la piel y más ostensiblemente la corona y la espada, sabrás entonces empujarla para que cada pasajero de la rueda -fíjate sus rostros suplicantes- pueda llegar a destino. ¿No es eso aquéllo para lo que siempre te preparaste?


Entonces, ¿no hay nada que pedir? -preguntó, casi presente-. Tal parece que lo tienes todo -le respondí-. El diagnóstico era fácil: supongo que ya bien lo sabías. Pero ahora tienes también un mapa nuevo, dibujado distinto: el Colgado que da lugar al Arcano 13, el Carro real que te transporta, Sacerdote, a imprimir tu huella en la Rueda de la Fortuna, a marcar de tu impronta la realidad. Revisa el camino que acabamos de recorrer juntos: he grabado todo este rato para tí. Ponte de pie, toma las riendas, y atrévete a servirme de maestro.