AbracaAdabrá.Ediciones

martes, 27 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

http://ift.tt/1WeWIbT Hay un lugar en que todo se conecta con todo, y todo está bien como está. Hay ese lugar y en general no lo vemos. Alguien comparte la añoranza infinita por esa casa de todos, donde todo era subyugantemente mágico, y nos presenta todos los caminos por los que llegar y encontrarnos. "Recuerdo claramente: había una cerca que de día era sepia y de noche se veía de un blanco primoroso. Tras la cerca, unos metros de fango rojo resbaladizo: ninguno de los invitados caía en el fango, pero no había uno que no evocara, al atravesar la cerca, la ominosidad y la vergüenza de su figura despatarrada en el barro. Por eso, el suspiro de alivio era en todos evidente, cuando llegaban por fin al césped del jardín frontal: eufóricos por haber atravesado los lodazales sin perder la elegancia, corrían el riesgo de olvidar que aún estaban a mitad de camino. Los más osados y despreocupados se apresuraban a descalzarse, y entonces se pinchaban con la multitud de abrojos que se hincaban en sus pies, emboscados entre las hebras finas del césped recortado; y corriendo desatinadamente en pos de sus zapatos se ponían al alcance de los regadores automáticos, de cuyo circuito salían inexorablemente empapados. Los más sensatos -fundamentalmente, quienes habían frecuentado ya por largo tiempo nuestra casa- atravesaban el césped caminando atentos, con su calzado puesto, evitando ser cazados por el agua. El área de césped seguía tras este primer tramo, bordeaba la casa, y alcanzaba el pequeño bosque de esos árboles cuyas hojas adoptan, en su cara que mira hacia arriba, un tono platinado, y resignan su otra faz a un color ceniciento memorioso. Pero tras el primer tramo de césped que había que salvar conteniendo las burbujas de la euforia por el éxito obtenido frente al barro, tras ese tramo en que había que proteger los pies y evitar el azote del agua, se abría ante nuestros invitados un sendero blanquísimo de cal, adornado con pequeñas piezas irregulares de mármol que delineaban sus costados. Nosotros apagábamos allí las luces, y un circuito de ventiladores se hacía cargo de la brisa: algunos comenzaban a estornudar, sobre todo las primeras veces que venían. Quizá era el aroma que esparcíamos para ahuyentar parásitos e insectos, el caso es que algunos estornudaban sin parar varios minutos de corrido, y terminaban exhaustos en alguno de los bancos que habíamos dispuesto, a esos efectos, a los costados del camino. En general, cuando recuperaban el resuello, volvían sobre sus pasos confundidos y dejaban para otra noche su intención de visitarnos. Los avisados, serpenteaban hábilmente entre las sendas de aire y llegaban eficazmente hasta el pie de la escalinata de mármol rosado y amarillo, incrustada de cuarzos enormes y piezas de metales diversos. Ante el portal de nuestra casa, los recibía una hilera de focos de mercurio que se encendían instantáneamente gracias a un sensor infrarrojo, ni bien alguien llegaba. Habituados sus ojos a la suavidad de la tiniebla, algunos se encandilaban, y el vértigo los hacía tropezar con la escalinata. Otros, miraban en derredor restregándose los ojos y de pronto se topaban con los reflejos de colores filosos de alguna pieza de cuarzo o de metal, y se quedaban absortos por un rato en las formas que veían en la luz; hasta que se recomponían y proseguían el camino, o se veían compelidos a salir y meditar, para volver a intentarlo alguna otra noche. Mas los había, muy de tanto en tanto, que llegaban preparados, entornaban a tiempo los ojos, y al pie de la escalinata miraban fijamente hacia delante: subían de a un paso seguro por peldaño, veían el portal entreabierto e ingresaban al salón de casa, donde mullidas alfombras se acomodaban en un paisaje desnudo, de paredes transparentes tras las que no había nada para ver." Allí nos encontramos ahora.
by IaIr Menachem

October 26, 2015 at 08:30PM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia

קשה למצוא מה להוסיף, בלי לפרוץ בבכי. זו האומה שלנו בארץ שלנו. אלו בני בליעל, שונאי טוב ואוהבים עוול. ה' עז לעמו יתן, ה' יברך את עמו בשלום.
by IaIr Menachem

October 26, 2015 at 12:09PM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

miércoles, 21 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

אדוני השוטר: רצית לדעת על מה אבדנו אשתונות ויצאנו לדרוש צדק? Mi señor, policía: ¿Querías saber por qué perdimos el control y salimos a reclamar justicia? https://www.youtube.com/watch?v=Qw_NHPc2CR8
by IaIr Menachem

October 21, 2015 at 10:36AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia

*** LAS PREGUNTAS FRACTALES DE TER *** iaIr menachem, 5776 Pésimo día para morir. La infelicidad es a la vida un modo más de su muerte misma; nada tan redundante y fútil como la muerte de un infeliz. Nada tan indignante como esa renuncia última al dolor de vivir por fin, con que ante los ojos de nadie se despide el infeliz de su oportunidad, para ya no ser. Eso se decía Ter, en un impasse de la labor extenuante de buscar excusas para vivir. Que nadie se va de este mundo con siquiera la mitad de su anhelo cumplido; y el mundo parece no habitarle más. Que si las más bellas joyas caen de sus manos a estrellarse contra el viento, que si sus palabras más finas son incomprensibles a oídos de sus presuntos pares, que si hasta el respirar ha perdido ya aquella tranquilizadora mecanicidad autómata de antaño, y alguna vez se le olvida. Que todo ha sido devuelto al arbitrio de su voluntad, y a ésta la conquistó el desgano. Porque una respuesta cabal a siquiera una de las preguntas críticas haría toda la diferencia, mas la perfidia… Por ejemplo, el último auto que se fundió: ¿pesaba sobre sí ya la sentencia, cuya ejecución sólo aguardaba a que alguien lo comprara? ¿O la sentencia pesaba sobre Ter, a modo de un virus o un olor nauseabundo comiendo desde dentro el tierno brote de su intención de comprar un auto, y eso le hubiera sucedido a cualquier auto que comprase? ¿Emanó de él y de su suerte el hecho de que ella no le devolviera nunca ese llamado? ¿O es que a quien fuera que la hubiera llamado en ese momento le hubiera sucedido lo mismo, porque abstenerse de devolver el llamado estaba en ese instante en el presente de ella? El ataque de pánico en el asiento del acompañante, ¿fue consecuencia directa de algo en su modo de conducir, o en la ruta; o habría tenido lugar en quien lo sufrió, inevitablemente, fueran cuales fueran las circunstancias objetivas? De haber, claro, tal cosa como circunstancias objetivas -se dijo-: esa pregunta está en el fondo de todas las preguntas. Pregunto al cedro que alborota sus ramas frente a mí si es para mí que empezó a mechar sus hojas de amarillo, o si también en mi ausencia se habría vestido así. Mas no sé si hay allí un cedro. No sé si haya, fuera de mí y de tí, tal cosa como un cedro. ¿Y si sólo se trata de una emoción determinada, un estado químico singular de la mente, al que consensuamos de algún modo experimentar a modo de un cedro amarilleando allí en frente? Y pongamos por caso que el cedro es cedro: ¿qué y cuánto hay de él en el modo en que yo lo concibo? A veces, el amarillo vivo de sus hojas otoñales me sabe a declinación; otras, es ancianidad que da luz con sólo ser. Me recuerdo danzando de pies prestos, al son de la misma melodía que provee argumento a este sentarme, hoy, a evitar hacer nada. Y megaherzios más o menos, la música es la misma música. ¿De veras es la misma música, cuando la ubico en un contexto completamente distinto? Si leí un libro de poemas, y luego te lo presté y lo leíste: ¿leímos el mismo libro? Aún más: el libro que me devolviste, ¿es el mismo que te di? Todo ésto es muy relevante. Porque si yo soy yo y mis circunstancias -como me dio a ver Ortega y Gasset-, entonces no hay un yo constante que abstraer de toda interacción, porque la vida se torna asible sólo tras haberme fermentado en el imparable borbotear de circunstancias que se despliegan desde lo más profundo de mí hasta distancias infinitas, convergiendo siempre a mi presente. Primero, mis circunstancias íntimas: mi estado de salud, mi nivel de cansancio, si tengo hambre, si estoy borracho, la cantidad y calidad de amor que experimento, etc.; con éstas y yo adquiero consistencia, me constituyo en un yo de nivel superior hacia la realización en densidad. Y entonces, en círculos concéntricos vertiginosos, comienzan a pegárseme las circunstancias externas a mí: las inmediatas, las próximas, las algo remotas, las lejanas, las que de ningún modo advertiré; y a cada paso, a cada vuelta de la espiral, el yo que venía suma al detalle de sus formas un nuevo nivel de circunstancias, para constituirse en una densificación mayor de mí, dibujado y labrado y lustrado y afilado con más y más detalle para la realización del yo aquél primero imprescindible, incognoscible, que proyecta sombra y no se ve. O, quizá, es al revés, y lo que hay es un mundo, una conciencia global, un ineludible almacén de todo lo posible, y yo soy apenas una proteína que transporta información a través de membranas recurrentes; y mi modo de transportar la información consiste en traducirla y retraducirla a cada ecosistema, rodarla en las metáforas más diversas; ora vivirla en sucesos o plasmarla en artefactos, o descubrirme pronunciándola a viva voz, o adivinarla en los signos que traza cada día el amarillo sobre el verde grave del cedro. Y entonces, las circunstancias que percibo, no son sino el modo en que se traduce la información que porto -para no perderse-, bajo las condiciones que le imponen las circunstancias más grandes, más altas, más remotas, que no veo. De allí la incomunicabilidad de mi mundo si ahondo en conocerlo, en conocerme. Pues cuanto me conozco me distingo, y así se extraña mi sistema semántico del de mis congéneres. ¡Que esa es la clave de todo! -se dijo Ter en alta voz; posó sus ojos en algún detalle ínfimo del cortinado como esperando ver a la relevancia destellar de las entrañas de la minucia, y se repitió como rogándose: pésimo día para morir. Porque es hasta innecesario. No ser feliz un instante es suicidarte en ese presente para siempre, es apagar algo de tí. Y así, cuando mi gratitud escapa a lo alto por mérito de una mariposa blanca que danzó justo ahora ante mis ojos: ¿estoy agradeciendo por el espectáculo sublime de sus alas?, ¿o estoy elevando en ofrenda este yo y mis circunstancias, capaz de advertir, y hasta hallar deleite, en las agraciadas piruetas de una mariposa blanca? Sin quererlo, Ter se vio compelido a enfrentar una larga serie de instantáneas de sus últimos años, que estaban ahora en cuestión. Dentro de la interrogante espiral, todo se ve distinto: basta que, desde el yo que eres, mires la instantánea de aquel momento desde otro ángulo, que pongas el foco de tu mirada en un punto de la imagen distinto al responsable de la visión que te hace sufrir. Entonces, el tipo ese que te está gritando que muevas tu carro cuyo motor se acaba de fundir, desaparece del primer plano, pierde relevancia, en favor de la experiencia grata de los que pararon a ofrecer ayuda y hasta te dejaron una botella de agua de regalo, o incluso en favor del instante en que te sentías desolado y de pronto sonreiste porque sí, y como ahora, todo cambió. Ves lo que quieres ver, y entonces, en un dominó espectacular, toda la cadena de consecuencias que se desprendían de cómo experimentabas aquel suceso, se ven modificadas por el modo en que lo experimentas ahora, desde el yo cuajado en las circunstancias de tu presente. Pero hay que ser muy cuidadosos -se interrumpió-, muy delicados. Demasiado fácil romper todo; y es otro modo de morir. Hay que sentarse y ordenar, catalogar, todos los cuentos. Ponerlos en orden cabal: ¿de adentro hacia fuera, o desde afuera hacia dentro? O capaz que la mariposa sí era para mí, e inevitablemente iba a juguetear en mi jardín, y lo maravilloso es que justo en ese presente yo fuera con mis circunstancias hábil de alimentarme de su vuelo. ¿Acaso sea sensato tomar al inicio todos los cuentos que están a una distancia o profundidad prudencial, y desde allí hacia fuera, y lo más íntimo, lo más frágil y explosivo, lo más próximo al abstracto, dejarlo para el final? Esto también es muy relevante. Pongamos por caso que empiezo por releer -que es reescribir dentro de mí- un cuento en particular, una dolencia que siempre creí que tendría y que entonces tengo: el cuento que aborde a continuación cargará con las circunstancias impuestas por cómo hayamos resuelto, yo y mis circunstancias, los cuentos nuevos que ya cargué al corazón. Mas no es una decisión que deba siquiera tomar -se sonrió, y exclamó entonces en pura risa: ¡es como volver a respirar! Que la deconstrucción de los cuentos es aire de libertad, y la mente sola propone los cuentos de acuerdo a un orden desafiante, como atravesando la espiral de circunstancias en sus años, sus distancias y emociones; y el dibujo es increíblemente bello, porque cada cuento enmendado, modificado, va y se ubica en mi experiencia de las circunstancias que le son propias, y entonces se suelta el mecanismo dominó y todo cambia en función de ese cuento, que será aún largamente modificado por la aplicación que yo atribuya a muchos otros de mis cuentos. Y lo fantástico es que, en todo ese juego de luces irrepetible, de reediciones concatenadas de los cuentos funcionando como un motor que renueva su propia energía, lo que se está produciendo es las circunstancias nuevas que sumadas al yo que hasta recién, consolidan mi presente. Pero el desgano. Porque a la postre, toda una fantástica colección de conjeturas no disimula el vacío de respuesta. Hay que hallar ese punto de equilibrio en que la modificación del cuento, y con él de la experiencia cognitiva, resulte de modo evidente en una modificación acorde, coherente, de todo lo demás; o la regla que produzca el mismo efecto en un punto cualquiera. Porque de lo contrario, al mudar y entremudar ceros y unos, estaré cual poniendo en manos de un mono frenético frente a un teclado la reprogramación de la vida. Era inevitable un rictus de amargura. Porque yo no puedo hallar nada; sólo constituirme, sobre el lecho de mis circunstancias, en el hallazgo mismo. Hallarme en la nube que veo, en el ruido que me molesta, en el guayabo que da fruto y en sus frutos, en el ruido u el silencio que me aturde, en el revólver, en la peripecia vital de Don Quijote y de Avrahám y de todo Macondo, en los puntos luminosos que hienden el texto oscuro de mi noche. No buscar nada; hallarme en todo. Ter se permitió un instante de éxtasis. La conclusión sabía bellísima; la saboreó una y otra vez, jugueteó la frase entre la lengua y el paladar. Y entonces cayó en la cuenta de que aún bella la conclusión, era inútil. Irrelevante por completo. Porque hallarme en todo, hallarme en cada punto de mis circunstancias, parece requerir que conozca todo, que me comunique con todo. Y aún así: ¿hallaré alivio, paz, en esa comunicación? ¿O será que muchas circunstancias individuales -digamos: el doblado de la servilleta roja en el bolsillo del chaleco del mozo del café-, por sí solas, aisladas del conjunto inabarcable de las circunstancias todas, me parecerán irritantes, inconvenientes, ridículas, tramposas, impenetrables o insulsas? Que entonces, la desazón sería mucho más terrible todavía, ¿y con qué objeto habría recorrido todo este camino, si saliese de él sujeto a una infelicidad compañera, irreductible por fin? Esa salida es otra trampa: hallarme en todo no puede requerir que conozca todo; hallarme en todo no puede requerir nada, puesto que estoy desde un inicio en todo lo que experimento u concibo, estoy entrañablemente ligado a mis circunstancias, que se modifican grácilmente hacia delante y hacia tras modificándome, al ritmo en que el arte de reescribir los cuentos se hace mío, al ritmo en que aprendo a pensar, a prever qué consecuencias derivarán de las opciones que cambio y elijo. El problema es que allí entra a jugar, conjeturalmente, el yo abstracto, ese imposible desde mí, que se propone respuesta al enigma de una sustancia sin circunstancia. Porque hay que elegir. Pésimo día para morir. Al pronunciarme así, he elegido una calificación, algo que define a mi día, desde la medición de cuán acorde le sea que las circunstancias de alguien mueran en él, que es en mí. Elijo todo, elijo todo el tiempo, y soy todo aquéllo entre lo que me toca escoger. Pongamos por caso que, en un presente cualquiera, experimento una compulsión a evacuar residuos intestinales de mi cuerpo. En lo más íntimo de mi comunicación con la circunstancia, mis esfínteres no dudan acerca de qué hacer; ya en lo exterior inmediato, yo sé qué cuento debo editar frente a esta circunstancia, para producir una situación, un yo de circunstancias que soportan lo que mi urgencia reclama. ¿Y por qué, entonces, apenas me alejo de mi propia fisiología, parece como si tuviera que elegir concientemente, como si tuviera que encerrar las distintas opciones de mí en categorías y calendarios, lo que sin duda traerá desdicha? ¿Por qué tengo que pretender conocimiento cabal de lo ignoto, para ilusionar la circunstancia de un piso bajo mis pies? Si es que estoy parado, y ello basta por prueba de suelo suficiente para mí. Hay que ir más adentro todavía, para poder salir con paz. La felicidad de unos instantes atrás se trocó otra vez en angustia. No; no es otra vez; ahora, la otredad necesaria para acaecer la produce la angustia misma, que no es la misma de siempre, que no es tampoco jamás igual a sí misma. ¿Por qué cada vez, en cada vuelta de la espiral, hay un punto en que creo estar justo casi a punto de tocar la respuesta, y entonces el pensamiento entero se despeña, se resigna a aceptar la hipótesis de la necesidad por buena, y dibuja alusiones perversas a los senderos inhóspitos del azar? Yo sé qué hay más adentro: son los confines del afuera. Es aterrador. Otra imagen que duele por años: tarde en la noche, unos policías necios me arrestan ante mis dos hijas pequeñas que lloran y suplican sin consuelo. Estaba habituado a ver en el centro de la foto a quien produjo por maldad la situación. Elijo experimentar ese momento, en presente como el dolor que no me abandona desde entonces, poniendo a mis hijas en vez, en el centro de la imagen: me veo impotente, soltando las riendas, privado de opción; me veo empujado a reaccionar desde la fe y vestir a mis hijas de promesas, que son desde entonces ejes tónicos de mi vida. Ahí estamos. Otra vez, como en la compulsión por evacuar mis residuos intestinales, una elección por defecto entre un único yo concebible, desde quien soy y mis circunstancias. Como cuando me toca elegir entre un plato que sé que me gusta, y otro respecto del cual registro que no. O como cuando tengo que elegir qué hacer con la idea de revolcarme desnudo en la nieve. O si de pronto se incorpora a mi realidad una circunstancia de hambre ajena, que se hace manifiesta junto a mi puerta. No hay hambre ajena, y el no gustarme un plato está unido al gusto que experimento por el otro, hasta que son la misma cosa tal gusto y tal disgusto, bajo sus circunstancias cada quien. Hay como un eje, notorio en la experiencia de mí mismo y que me conecta también a mi semejante, a lo otro, bajo determinadas circunstancias: cada experiencia que cruza ese eje, ofrece una única opción, que yo y mis circunstancias determinaré cómo vivir, cómo legar a las circunstancias futuras de mí esta experiencia. Cómo arribar a la densidad máxima en armonía activa, mutante, entre todos mis cuentos interminablemente reeditados cada vez más finos y probos y precisos; entre todas mis experiencias que dan forma a mis circunstancias, elegidas de entre todos mis modos de yo posibles. Ter dejó algunas monedas por el café, bajó lentamente a la rambla, y comenzó a caminar lentamente, atento en todas direcciones a la vez. Sed de información: al contacto de la atención, las cosas se vuelven relevantes. El pañuelo violeta de esa señora, el ronroneo del motor del Mercedes amarillo frente al semáforo en cuya base la pintura también amarilla se descascara, como en el techo del Mercedes que muestra su intimidad a manchones rojizos como los del líquen en la orilla rocosa del océano que parece ablandarse con diligencia ante tanto rojo, y se allega entre las rocas salpicando por doquier sus azules y sus verdes transparentes. Atrapada bajo una rueda del carro del manicero, media hoja de periódico en que se puede aún leer un titular; mas no hace falta leerlo: la mera circunstancia de sus colores, su tipo y tamaño de letra, en el contexto de lo que concibo esperable de ese periódico, ya hicieron el trabajo, ya produjeron modificaciones en mi presente. Las circunstancias finas, el ángulo preciso de los rayos del sol y mi punto de vista, confabulan un reflejo lumínico fabuloso desde los dos cubos de hielo en el vaso de whisky del anciano de traje en la terraza; es como un láser espontáneo. La luna es así de blanca por ser tan negra la noche, tal dicen; y a mí hoy me parece el negror de la noche pura negación del tanto blanco de la luna: éste es un caso precioso de reedición de cuentos que parecen intocables. Proteína conduciendo información a través de las membranas recurrentes, la pongo a dar volteretas de metáfora en metáfora hasta donde mi poesía llega. Y después, sin aspirar, actúo cual si aspirase a un poema mejor, más perfecto, más hábil de contener los confines de la circunstancia y traducirlos al lenguaje de allá dentro, en lo profundo del corazón. Y es ahí, ¡es ahí! -Ter frenó la marcha boquiabierto. Es que es ahí donde la sintonía del eje, que naturalmente es otra opción de yo que yo puedo elegir. El enigma de la sustancia libre de circunstancia, la paradoja de ser yo y las circunstancias que son también yo, que es yo y mis circunstancias que son también yo, etc. Eso que dio tono a experimentar mi sonrisa sin excusas y no al energúmeno que grita, que me hizo obedecer a la compulsión intestinal, que me dio una única opción ante el llanto de mis hijas, que me hace compartir el pan y celar de todo lo que parezca material de desperdicio en este mundo; esa sintonía de la que manan las certezas que descubro dentro mío cuando me desafío en los extremos. Eso, es algo que no muda, no cambia, no se acomoda; está mucho más adentro que el mecanismo de reedición de los cuentos todo. Porque cada vez que me noto en la cima de la única opción, resulta que estoy actuando desde el amor: a mí mismo, a la carne de mi carne, a mi semejante, a mi mundo todo en general y en detalle. Manifestación diáfana e inmanente de mi yo abstracto conjetural, del núcleo previo a la circunstancia, su hilo de plata reúne a la multiplicidad de datos a una única experiencia presente, que tiende a ser manifestación de amor. Inyectar amor en todas las circunstancias circundantes, recibir todo el amor que se libera en el efecto dominó que alcanza a las circunstancias mías, poner mucho más amor aún, disfrutar de amores enormes, ser amor. Entonces no voy a recurrir instintivamente al estudio para comprender ningún cuento, sino que ante todo me voy a ubicar en él, y lo voy a sumergir en el ígneo río de mi amor para sumarle a mis circunstancias; para fortalecer en él, en cada cuento, un amor nuevo, otro modo de -entre el inabarcable conjunto de los posibles- hacer amor. Pésimo día para morir. Recuerdo del bosque la lucha de dos gatos vecinos por la supremacía, y la delicia de unos hongos que había que adivinar bajo la arena y escarbar hasta alcanzarlos. Recuerdo un duelo entre dos concepciones de la vida felina en comunidad, y el pudor de un alimento selecto que pide paciencia y dedicación para librarse. Recuerdo lo que quiera porque no recuerdo nada, sino que releo en el presente de yo y mis circunstancias las formas de circunstancias otras. Moldeo el pasado de acuerdo a lo que el amor vive en presente, y al crecer el amor en todas direcciones me libra de la desdicha. Entonces: el ataque de pánico en el asiento del acompañante, ¿fue consecuencia directa de algo en mi modo de conducir, o de algo en la ruta?; ¿o habría tenido lugar en quien lo sufrió, inevitablemente, bajo cualquier conjunto de circunstancias, sin importar más que la pertinencia subjetiva de su ataque de pánico? Ahora, Ter se da cuenta que puede sonreir ante la pregunta misma, ante su irrelevancia patente. El ataque de pánico produce sus propias circunstancias, y el efecto dominó de cuanto yo edite y plante de amor en mis propias circunstancias puede tornar imposible un ataque de pánico en el presente éste. Pero -se interrumpe Ter-, ¡no puede ser! Otra vez, termina resultando que todo depende de mi elección. Que los soles que brillen en la noche darán testimonio de mi luz. Sólo que tantas preguntas desde la insensatez de querer saber me condujeron hasta el amor capaz de conocer sin saber más. A estimar en menos al detalle pedagógico de la norma, que al trompo de metáforas que iluminará cada faz de mis circunstancias, para ser unidad con ellas en el amor. Yo y mis circunstancias, y yo circunstancia de las tuyas y nosotros, tú y yo, circunstancias del mundo nuestro todo que se aviene a tornar hacia el amor si generosamente le amamos. Día ideal para vivir, cada día. ****************************** Rafa Gibelli Ariel Mastandrea Eduardo Abenia Victoria Aihar Julio Ginerman Silvia Ginerman Judy del Bosque Vered Ginerman-Bircz Iosi Ginerman Ariel Bruno Bircz Lauro Marauda Jorge Gómez Jiménez Jorge Dujan
by IaIr Menachem

October 21, 2015 at 08:33AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

domingo, 18 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

"בעקבות "נבואות זעם" וסיפורי 'מוות קליני' שמופצים כל העת, מתייצב הגאון רבי בן ציון מוצפי ומזהיר כי מדובר ב"שוטים" שמפחידים את עם ישראל. "זה לא נבואות, זה דברי שקר והבל" • האזינו לרב כפי ששודר כאן ברשת מורשת"
by IaIr Menachem

October 18, 2015 at 01:53AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia

absolutamente genial.
by IaIr Menachem

October 18, 2015 at 01:36AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia


by IaIr Menachem

October 17, 2015 at 11:37PM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

from Facebook http://ift.tt/1juRRSA
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia

מרססים אותנו? לפחות כבר שעתיים, כך נראים השמים הבוקר מעל הגליל העליון. WTF?
by IaIr Menachem

October 17, 2015 at 09:26PM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

from Facebook http://ift.tt/1juRRSs
via IFTTT

from Facebook http://ift.tt/1juRRC2
via IFTTT

from Facebook http://ift.tt/1juRRBW
via IFTTT

miércoles, 14 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

https://www.youtube.com/watch?v=shw0TYaNEL4 una joyita imprescindible para recordar quiénes somos. ésto es: para desmontar el pasado ilusorio por medio de recuperar el presente, emocionarnos con lo posible, advenir emoción inteligente.
by IaIr Menachem

October 14, 2015 at 07:04AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

martes, 13 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

זה לא כמו מלחמה, שהיא בעצמה שלילה מנהלית של משמעות החיים. זה דבר חדש, אולם הכי ישן. זה התבשל אצל כל אחד מאתנו במשך המון זמן, על אש נמוכה ובטוחה: יצרנו את זה באמצעות אי הצדק בחברה, באמצעות הגזל והשקר והעלילה והחמס והשנאת שוא. בשלנו את זה במעיים ובכליות החולים של כולנו. כל פעם שהתקוטטת בשם כלום כי אם הכבוד העצמי הרעוע, הוספת עוד טיפת חומצה לקדרה הבוערת היום אל מול עיניך. כל פעם שהפחד שלך הנבזה מצא בטוי באלימות והשתלטות ובריונות. כל פעם שפריצות באה במקום האהבה, וכשטענת היות זכותך מה שהינו מטבעו התחיבותך לגבי אחר אשר לא ספרת. חפרנו בור בלב ומלאנו אותו חיות רעות, והבורות של כולנו נפגשו שם בעמקי תהום והחיות שגדלנו התאגדו להתהוות גדולות וטורפות למען תענוג הטרפה עצמה: אותו תענוג אליו למדו לכסוף מאתנו. זה לא על מה שקורה ברחובות; זה על המשמעות שלו. כעכברים חסרי ישע נוהמים מחוסר אונים, אנו זעים בגוב האריות, מדברים בלשון שאין אשר יבין. ועדיין, עינינו עצומות אל מול המתרחש, ואינינו רואים כי אם התבטאויותיו הכי חצוניות, על פני השטח. והכל בענין הבור בלב, החודר אל תוך כל אשר אהבנו בכח הפחדים הקטנים שדחפו אותנו לנגן הפכו של אהבה; וקבלו מאתנו את הכח להתאגד, להבהיל, לסנוור, להסמיא את האמונה למען תתעורר לחיים בכל הכח אשר מנענו ממנה, לתקן את דרכינו, עכשיו בכאב בלתי נתפס עד כדי שאין כבר מקום לפחד ואין אימה, כי כל טבע האדם עכשיו על המוקד, כי כל סולם כל הערכים עליהם שפכנו את הבל פינו אינה יותר ברורה מאליה, אלא שמחורבותיה ניבנה מחדש אם נשכיל לנכון. זה לא קשור לנאום של "רבנים" כבי' ואנשי מחשבה ורוח (לא פחות כביכולים) אשר מנסים בנאומיהם האפוקליפטים לתפוס טרמפ על המוחש כדי לכבוש שררה וכבוד. זה קשור למהות, לאמתת תכלית האדם על פני האדמה. וכל האידאולוגיות המוצהרות אינן כי אם תירוצים ביניים. זה בסיסי, זה נוגע ביסוד קיומנו של בני האדם עלי אדמות. והתיקון, אמנם בחצוניות הכי שוברת עיניים ולב דורש כעת המון כח גשמי (וסגר, והרג, ואומץ) מופעל בנחישות, דורש בפנימיותו למלא בראוי לו את הבור שחפרנו בתוך הלב. מהרי הגליל העליון, היום, הוא כל יום, הוא היום אשר נבחר.
by IaIr Menachem

October 13, 2015 at 09:47AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

iairmenachem@fb ---> menachemedia

es mucho más escatológico que una guerra, que es de por sí expresión del espanto desfigurando el sentido de la vida. tan horrible como no lo he visto u vivido antes. pánico, pobreza de vientre que implota en un alarido por miedo a la propia redención, y se siembra en colores fétidos que marean el oído y repugnan a la razón. rabia y sinrazón por todos lados. de facto, estado de sitio, instinto de supervivencia descarnado en el foso de las fieras salvajes. hordas desconectadas de toda realidad y razón que toman la muerte por excusa para producir adrenalina. banalización criminal del valor, de todo valor; despedazamiento del sentido de lo humano. la tragedia es transparente, y se transmite y reproduce en las entrañas, en cada hogar, en el verbo que no sale, en la lágrima corrupta que se niega a sedar mis mejillas. llámame. es que no estoy. en la Alta Galilea, tierra de Israel, hoy. el hoy que haces. el hoy que quieras.
by IaIr Menachem

October 13, 2015 at 08:49AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

miércoles, 7 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

Sergi Torres, dinero libre especialmente los primeros 15 minutos...
by IaIr Menachem

October 07, 2015 at 04:52AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT

domingo, 4 de octubre de 2015

iairmenachem@fb ---> menachemedia

Sólo hay que abrir los ojos, a conciencia. Darte cuenta cuándo y cómo algo funciona bien, y cuándo la realidad te reporta lo contrario. Han pasado muchísimos años desde la última vez que "intenté algo distinto" de veras, acaso porque condescendí a los resultados, porque vi los resultados de mi actividad más conectados a mis interlocutores que a mí mismo. Y eso es un error imperdonable acaso... mas reparable de seguro. Vivo gran parte de mi vida aquí, con todos vosotros; intento muchas horas cada día incidir con bien, aprender para enseñar, despertar yo para despertaros (¡vaya pedantería superflua!), entender para hacer saber. Y en algún punto hay que pararse a hacer un balance y revisar las estrategia y táctica en que estamos empeñados. Hoy, noche de Hoshanáh rabáh, quiero avanzar yo mismo, solo ante Hashém, hacia una teshuváh auténtica. Los rostros del matrimonio asesinado ayer en su auto en el Shomrón frente a sus cuatro hijos pequeños, que vi en un diario, acaso ayudaron a catapultar esta reflexión: nadie sabe cuál instante de vida es el último,... ¿y qué hacemos perdiendo el tiempo en irrelevancias? Vino de mi esposa el chispazo: "¿te sienta mal? tienes derecho a repensarlo"; algo parecido a eso dijo de pronto en hebreo. Y me di cuenta de que todo reclama revisión desde largo ha. Estoy abocado día y noche a actividades que resultan de mi voluntad de dar, y entretanto, la vida que broto sobre la tierra se demuestra no eficiente e ineficaz. ¿Cómo es que me he permitido, en términos de este mundo, ser tan deficitario? ¿Cómo me permití excusar desde lo espiritual la procuración de sustento material? Tengo excusas a montones: caray, cerca de diezmil personas que se supone reciben para bien de lo que doy.... y acaso en algún momento podrían despertar y dar de sí. Me corre un escalofrío cuando digo semejante cifra; pero la verdad es que no llegan a veinte los javerím que sienten la compulsión a expresar gratitud activamente, proveyendo con qué pagar algo de las cuentas que aguardan a mi lado mientras escribo u grabo u aún estudio (para luego escribir o grabar) para todos. Mi amor inmenso con esos cerca de veinte, que me animan de continuo; pero dicho sea entre nosotros, casi en secreto: a medida que pasan los años, va revelándose indigno vivir así. Cuando inauguramos la Comunidad de Torah yo tenía 34 años; en poco tiempo, tendré 48, y en promedio, no tengo con qué sostener los costos de mi vida austera, ni las mitsvót que me corresponden en relación a mis padres y a mis hijos y nietos. De modo que he tomado una resolución salvaje: una semana sin computadora, sin facebook, sin youtube, sin el rol de broadcaster; una semana de recuperar vida per-sé. Tras simját-toráh, postearé be"H las meditaciones diarias de 7 días juntos, y me entregaré a una reflexión profunda de la que quiera emerger una estrategia vital nueva. Amo infinitamente lo que hago; mas acaso sea tiempo de ver si de verdad estoy haciendo lo que creo que hago, si de verdad es bueno dar lo que doy, si de verdad hace tanto bien como intento; y en caso de que la respuesta sea positiva, habrá que entender por qué, entonces -dicho en lenguaje llano al extremo-, no hallo de qué vivir. Ruego disculpas a las decenas de vosotros a quienes debo respuestas a comunicaciones privadas, ya aquí o por email o por whatsapp; ya llegaré luego, be"H, en caso de que retorne al punto en que dejo. Creo que a nadie debo nada por lo que haya percibido rédito y no háyalo retribuido (si erro en algún caso, por favor hacédmelo saber, que de seguro no voluntariemente fallé ante quien haya fallado). Y me dispongo entonces a una semana de revisión: tefiláh-plegaria, meditación, reflexión, estudio, contemplación. Reset. Espero podréis comprenderlo y aceptarlo; y cada quien, hacer cuentas, conmigo, consigo mismo. Os amo. No esperaba sentirme solo, mas me siento solo. Y hay algo en toda la estructura que b"H creé que no funciona. Y ha estado así demasido tiempo. Y me temo que yo mismo acaso ya no funciono. De modo que voy con humildad ante Hashém a buscar cómo enmendarlo. Con ustedes mi amor; en mí, reconocer la incertidumbre, aceptar la desazón, apelar con alegría a las herramientas de acción que halle en mis manos cuando por fin atienda a ellas, erguirme con el orgullo de quien toma el destino en propias manos tras tanto haberlo declamado. Abrazo fuerte para todo quien sepa recibirlo, brajáh para todo quien sepa hacerla efectiva. Mi llanto con quien llore y mi risa con quien ría; que nada de todo eso de verdad importa, y yo tampoco soy más importante que nadie, y sólo tenemos que alentar el amor. Se ve difícil; quiera Hashém que sea ya no difícil, sino apenas Verdad. Y lo más maravilloso de entre todo lo posible, realización sublime del mejor de mis sueños: que resulte que de verdad ha tenido y tiene sentido la labor de estos últimos 14 años, y los olvidantes recuerden y los dormidos despierten, y entre todos me despierten a mí también con la sorpresa de que hay cómo sostener la continuación de tanto recorrido. Pero no sé si lo merezco. ---------- * La labor sagrada que compartimos demanda mucho esfuerzo; te invitamos a ayudar a sostenerlo, en: http://goo.gl/H9qkfI * Encuéntranos también en http://ift.tt/1lazot5, http://youtube.com/kolisraeltv y https://twitter.com/SifteiMevaser * Las meditaciones plásticas que realizamos cuando queremos decir lo que excede al poder de la palabra: http://goo.gl/D76QEq * Sets para la conexión sagrada, cotidiana, con las mitsvót de Hashém (mezuzáh, talít, tefilín, sidúr, etc.): http://goo.gl/fZIIww * Ritual del plomo líquido, para anular la influencia del mal de ojo, envidia, odio y hechicería: http://ift.tt/1xYm5O2 * Nuestro grupo general "Comunidad de Torah": http://ift.tt/1zhjgxg * Nuestro grupo de meditaciones diarias "Titulares de Torah para Hoy": http://ift.tt/1YYJzCC * Tradición, cocina, gastronomía y sobre todo mesa judía, en http://ift.tt/1KSy888 y http://ift.tt/1YYJzCE * Obtén todos los méritos y conexión espiritual asociados al poseer una vid propia en la tierra de Israel: http://ift.tt/1xYm7Fv * Y te ofrecemos también una tienda de oportunidades: productos inteligentes a precios de ocasión, en http://ift.tt/1YYJzCG La Comunidad de Torah te propone un nuevo nivel de relación y comunicación, para individuos - familias - grupos de estudio - comunidades: grupos Whatsapp por distribución geográfica, con rabaním disponibles la mayor parte del tiempo para compartir Torah y responder a consultas. Y junto con ello, shiurím interactivos en vivo con familias o grupos regionales a través de Google Hangouts. Búscanos en Whatsapp: +972-523-066459. Para recibir invitación a los hangouts, http://ift.tt/1lazot5 ¿Quieres programar un seminario u encuentro de Torah donde vives, ya presencial o por videoconferencia? ¿Deseas programar para tí y tu pareja -ya iehudím o bnei-nóaj- los esponsales más alegres con sacralidad de Cabalah? Propónlo y pensémoslo juntos. Whatsapp: +972-525-801088
by IaIr Menachem

October 03, 2015 at 11:15AM
from Facebook
via IFTTTfrom Facebook
via IFTTT